Al menos 300 tortugas muertas fueron contabilizadas ayer martes por autoridades ambientales del gobierno federal, con el apoyo de especialistas del Centro Mexicano de la Tortuga (CMT), cerca de la playa del Morro Ayuta, en la región del Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.
Ernesto Albavera Padilla, biólogo e investigador de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) informó que un grupo multidisciplinario del CMT investiga las posibles causas que pudieron provocar el varamiento de las tortugas hembra, de la especie golfina, registrada en las últimas 72 horas, en ese punto del litoral oaxaqueño.
Entre las hipótesis no se descarta que los quelonios habrían quedado atrapados en redes fantasma, que algunos pescadores dejan intencionalmente para inmovilizar algunas especies, o bien, por apatía abandonan en la inmensidad del Pacífico.
Sin embargo, descartó que la mortandad se deba a algún patógeno nocivo para su especie.
Más adelante, el especialista dijo que a la fecha se han registrado seis arribadas de tortugas golfinas a la playa de Morro Ayuta; una de las dos playas oaxaqueñas —la otra es Escobilla, en el municipio de Santa María Tonameca— que anualmente reciben a miles de tortugas, protegidas por la Norma Oficial Mexicana.
“El varamiento de la especie golfina coincide con el periodo de arribada, es probable que este hallazgo (de tortugas muertas) esté asociado con la enorme cantidad de hembras en el lugar”, anotó el científico.
Luego de reconocer la participación de la Secretaría de Marina e inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Albavera Padilla informó que las tortugas muertas quedaron depositadas en una fosa sellada, según el protocolo en materia ambiental.