Barloventeando
México entero está convertido en un desmadre, el Estado de Veracruz, como en muchas otras cosas, es figura señera, marca el rumbo de lo que debemos y no debemos ser, el manicomio con vista al mar de que presumimos los jarochos está en primerísimo lugar en cuanto a desmadre, robos, secuestros, trafico de drogas, asesinatos por consigna, dirían los chilangos: “De tocho morocho”, los tranquilos, los viejos veracruzanos que gozaron la vibración de cocuyos que con su luz bordeaban de lentejuelas la obscuridad, se jodieron, solo quedó la obscuridad, por cierto muy obscura, tanto que buscamos una luz al final del ominoso túnel.
Guste o no a muchos extranjeros, entendiendo como tales a todos aquellos que no nacieron en Veracruz de Ignacio de la Llave, esta franja de no mas de 800 Kmts ha producido ilustres políticos, seres que por una causa u otra han sobresalido mostrando su amor a la humanidad, defendiendo a sus semejantes de ataques y problemas de todo orden, los veracruzanos políticos se han distinguido por su dispuesta actitud para luchar por las causas nobles que logran ubicar a los habitantes de nuestro terruño en privilegiada postura en el ámbito nacional, nos hemos distinguido los veracruzanos por sobresalir en muchos ordenes de la vida económica, social, cultural y hasta religiosa en la cotidianeidad.
Hoy los veracruzanos parece que hemos perdido por completo los valores que nos ubicaron como figura señera en el ámbito nacional, perdido el liderazgo político, solo queda el desmadre o la esperanza de que algún poder divino venga en nuestra ayuda, esperamos de Dios, apoyo para tareas que corresponden a nuestro propio esfuerzo, pero siendo un pueblo constituido en Federación política, deben ser nuestros dirigentes quienes tomen la responsabilidad mediante leyes, para gobernar al pueblo, cuando los políticos no entienden a cabalidad su función, caemos en la anarquía, el desprecio a nuestros gobernantes se hace cosa normal, de faltarles el respeto por la palabra a los hechos, hay solo un paso, nuestros gobernantes nos impulsan a darlo, eso, aquí y ahora se llama disolución social, el desorden actual es motivado por falta de autoridad, sin liderazgo en el gobierno.
Los mexicanos estamos sumergidos en un estado de cosas de tan baja calidad, que todo es desorden, los liderazgos que debieran estar en manos de seres privilegiados, están en manos de corruptos, solo como ejemplo veamos que sucede en el magisterio, en PEMEX, CFE y en ferrocarriles, nadie entiende el poder de estos lideres, la cosa es mas que sencilla se ha creado un contubernio con los políticos en el poder, resultante, vituperado el pueblo, por la crisis que vivimos.
Componer el desorden en el liderazgo de los trabajadores compete a ellos, pero el estado de anarquía, falta de liderazgo y corrupción de que hacen gala los políticos, es asunto que compete a todos los mexicanos, permitir el estado de cosas que hoy se da es grave, a los políticos solo se les aparta expulsándolos del poder, haciéndolos polvo, esperemos que recuerden el apotegma bíblico, “Memento homo quia pulvis es et in pulverem reverteris”. “AGUAS”
Octubre15 de 1921 [email protected] Luis Martínez Wolf