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¡ Amantes de la política !!

Por Alfonso Mora Chama

Espacio 13

*Como el filósofo y político Cicerón, solamente que él practicaba la antropología política…

*Los de ahora aplican la justicia, otro día la injusticia, un día más la indiferencia y concluyen con el olvido.

*Afortunadamente ya se van… a esperar la despiadada acción inevitable y dolorosa: la guillotina…

“Donde no existe diálogo y justicia es peligroso tener razón”

Alfonso Mora Chama

    Lo que hemos presenciado en largo tiempo dedicado al periodismo y quizás escapándose algunos datos, pero en cada final de administraciones políticas se presenta el mismo panorama lleno de lamentos, de arrepentimiento y de nostalgia, dígase en todos los niveles de gobierno, de acuerdo a lo heredado por el jurista, filósofo orador y político romano, Marco Tulio Cicerón, que todo hombre debía prestar juramento conforme a la convicción del espíritu y que nadie es responsable sino del engaño cometido a sabiendas…

  Lo contrario de su maestro Filón, el académico preferido de Cicerón  que expresaba que la democracia es la mejor forma de gobierno a la que siempre consideró amenazada por ese exceso de libertad, o bien, por la flaqueza y debilidad de sus líderes… debilidad que trataremos en las siguientes líneas, dejando en pie que Filón insistió en que los políticos debían ser sabios y preocuparse por sus pueblos, por la justicia y la igualdad… difícil que nuestros funcionarios se adapten a la doctrina que citamos de estos dos filósofos y oradores, dos caras de la misma moneda sin que resulte extraño encontrar en los gobernadores, presidentes municipales, ediles, diputados, el alegato sano o con razonamiento, el cual trataba y llamada Cicerón, antropología política.

Solamente se conviertieron, ante su apatía e ineptitud, en amantes de la política.

   Citaremos que, en 51 años de trabajo nuestro hemos visto entrar y salir a once gobernadores veracruzanos, incluyendo el cuatrienio de Dante Delgado, los dos meses de Flavino Ríos Alvarado y los dos años de Miguel Angel Yunes Linares… desde Rafael Murillo Vidal, Rafael Hernández Ochoa, Agustín Acosta Lagunes, Fernando Gutiérrez Barrios, Miguel Alemán Velasco, Fidel Herrera Beltrán, Javier Duarte, Yunes Linares y hasta ahora con Cuitláhuac García…

   Estamos cerca de ver una camada más de presidentes municipales veracruzanos que se irán, algunos de donde jamás hubieran salido por salud política pero con las alforjas repletas de dinero que los conducirá al destierro voluntario y otros, con la frente en alto, escasos pero así será, ediles que actuaron con la complicidad, otros con prudencia y unos con sensatez y lo que no extraña a nosotros, presenciar otra vez el ausentismo de ellos, regidores que llevan meses de no acudir a su trabajo como parte importante de sus comunas, cuando saben que ya se tienen alcaldes electos y por lo mismo, sienten que les maman gatos chimuelos y que Dios deberá de compadecerse de ellos…

   Les llegará implacable y dolorosa, despiadada e inevitable la guillotina que ellos mismos se buscaron… políticamente hablando se acerca el triste momento de la verdad, de un corto paso en el poder que será pesadilla para toda la vida.

Los estaremos tratando y siguiendo hasta el final de su jornada…

   Sus conversaciones pese a que ya se van, son de engaño, inútiles y aburridas ante esa debilidad a la que nos referíamos y que cita continuamente lo mismo Aristóteles, Platón y el mismo Cicerón, no se encuentran por ningún lado y si por casualidad los hallamos, escuchamos ese saber vacío, sin contenido ni interés que no sea pensar en sus cuentas bancarias, para ellos lo primordial. No se encontraron con la habilidad en el decir, en la capacidad de convencer diríamos en el ejercicio de la política como su modo de vida, bien pudo ser de un clasicismo sencillo, discreto o de un barroquismo exagerado…

   No son los primeros ni los únicos. La debilidad demostrada es de siempre en cargos de elección popular, de confianza y de oportunismo. Una debilidad que está en ellos y en nosotros como parte fundamental de un pueblo, no solamente como periodistas, y me estoy refiriendo a una debilidad no como carencia, eso no. Sino a una debilidad como actitud, como estrategia vital, dicen los conocedores, una debilidad de ellos, los políticos, y una nuestra como pueblo.

Un ejemplo…

Nuestro país, nuestra entidad o nuestro municipio cambia o transforma a los poderosos; a los fuertes en débiles, les exprime la culpa, los hace expiar… que México está endeudado, que lo dejaron en crisis, que los corruptos, solo ellos, ahora no… es decir, es la debilidad combinada con el parasitismo de lo cual estaremos tratando en la siguiente columna…

Feliz fin de semana…