Al estilo Mathey
Buen día apreciado lector:
Tarea gigantesca, acaso comparable a la de Diógenes de Sinope que caminaba por las calles de Atenas con su lámpara encendida buscando hombres honestos, los nueve integrantes de la Junta de Gobierno, dentro de pocos días habrán de acordar la designación del nuevo rector de nuestra universidad estatal, la Universidad Veracruzana.
Orgullo de los veracruzanos y de los que alguna vez aprendimos y buscamos en sus aulas la superación profesional en los tiempos de aquella maravillosa y efímera Torre Cinética, estos nueve sabios lo deben ser verdaderamente para encontrar uno, parafraseando a Joan Elías rector de la Universidad de Barcelona, “lo importante es recuperar la ilusión de ser UV”.
A sus casi 77 años de vida, por la Universidad Veracruzana han desfilado 21 rectores, entre ellos personalidades que han dejado huella positiva y muy recordados aún.
Para el nuevo tramo se inscribieron trece aspirantes, de los que por su largo camino de vida y obra hay quienes tienen peso en la academia y en la sociedad, como Héctor Coronel Brizio; Jorge Manzo Denes y Rocío Ojeda Callado que al alcanzar el cargo podrán ser decisivos en las aspiraciones profesionales de los jóvenes y a la vez inmortalizar su nombre.
Recientemente alguien le preguntó al doctor Héctor Coronel Brizio xalapeño ya ilustre, cómo hacer que llegue “la Cuarta Transformación” a la UV, a lo que respondió: “la transformación de la Universidad Veracruzana debe darse desde adentro, desde la propuesta de sus integrantes, que conocen la realidad del Estado y del País”. ¡Zas!
Sostiene que el compromiso de un Rector no es sólo con la comunidad universitaria, es con la sociedad veracruzana y modesto, dice darse cuenta que, con lo que he hecho, “no estoy lejos de nadie, no soy menos que nadie… creo que puedo ofrecer a la Universidad más que los demás. Si yo pensara que puedo ofrecer lo mismo, hubiera sido más fácil dejar que lleguen los demás”.
Pero si hay alguien en este grupo de aspirantes que estuvo ya a un paso de ser rector, es el doctor Jorge Manzo Denes, quien hace cuatro años, junto con Sara Deifilia Ladrón de Guevara y María Esperanza del Rocío Córdova Plaza estuvo en la terna final.
Esta vez va por la buena. Con su proyecto “Por un Nuevo Paradigma”, el neurocientífico considera que la UV tiene importantes áreas de oportunidad para su crecimiento; a los que se han sumado los retos que ha impuesto la emergencia sanitaria que enfrentamos actualmente.
Está consciente también que la nueva Ley General de Educación Superior exige a realizar un esfuerzo sin precedentes para hacer universal el acceso a este nivel educativo. Pues suerte a la UV y a seguir haciendo valores.
Tenga paz y armonía. Cuide el agua y las plantas. [email protected]