Panoramas de Reflexión
En días recientes recibí la grata visita de la escritora martinense Estela Parada Couturier, quien vino con el propósito de obsequiarme algunos libros y entre ellos dos hermosas piezas de su autoría, dos bellos, entretenidos y amenos libros de Cuentos para fomentar el despertar de la imaginación en los niños: “El pozo de la imaginación” y “El diablito travieso”. Ah que bellas obras que me están dejando un buen sabor de poca, por así decirlo.
La escritora es una valiente promotora de la lectura no sólo en los niños, sino para todo el público que se atreva a leer en estos tiempos en que cada vez son menos las personas que gustan leer. Dije valiente porque efectivamente, la gente te recibe un libro cuando se lo regalas, pero a muy pocas se le convence, vamos, pueden asegurarte que lo leerán, pero raras veces podremos constatarlo. La intención es loable y recalco, valiente, porque es una determinación difícil en lograr su propósito. Generalmente cuando toco este tema me da mucha pena, tal vez rabia, mejor, quizá, indiferencia. No concibo que en mi pueblo no haya una sagrada librería que se precie de expender verdaderas obras literarias de grandes autores nacionales y extranjeros, y no sólo libros de texto o bajo pedido. Corríjanme si me equivoco. La creciente preferencia por la literatura digital a menoscabado el interés y la preferencia sobre la impresa y ello ha disuadido a posibles inversores en este rubro. No los culpo. Los autores que nos hemos atrevido a publicar una obra, hemos tenido que promoverla personalmente. No hay suficiente interés en ello. Otros libros que amablemente me regaló mi apreciada Amiga son la novela “Rasero o el sueño de la razón” del escritor mexicano Francisco Rebolledo, y una antología de “Cuentistas Judíos” de Ilán Stavans, otro autor mexicano. Obras que en su momento empezaré a leer. Los que más me llamaron la atención fueron los dos libros de su autoría, los cuales estoy leyendo ahora, mismos que me han parecido hermosos, didácticos y entretenidos. Una belleza de enseñanza a través de una selección de ingeniosos cuentos para despertar y ejercitar la imaginación, principalmente dirigido a los niños.
En realidad, durante nuestra amena charla pudimos conversar muy poco, breve pero sustancioso, aunque nos hizo falta más tiempo. Platicamos acerca de nuestras familias, me comentó un poco de la historia de su padre, Don Atilano Parada, y su familia, anécdotas que bien valdría la pena plasmarlas en un libro que interesaría conocerlas a muchos martinenses. Son parte importante de la historia de nuestro pueblo, de un Martínez de la Torre que a medida que pasa el tiempo, más desconocemos acerca de las asombrosas vivencias por las que atravesaron muchos de sus grandes personajes, fundadores de esta gran ciudad que hoy conoce muy poco su juventud, que quizá nada sabe del suelo sobre el que están parados. Martínez de la Torre se ha formado y crecido gracias al esfuerzo y tesón de grandes personajes que han puesto su pequeño granito de arena en los momentos cruciales de su destino. Que tenga un buen día.
Luis Humberto.
Integrante de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A. C. (REVECO).