Barloventeando
Una divertida zaga de los boy scouts relata que al despacharlos el Capitán de su cuartel para que salgan a las calles a realizar su buena acción del día, dos de ellos, al regresar para reportar su buen acto, orgullosos responden a la pregunta acerca de lo realizado diciendo: “Nosotros ayudamos a una ancianita a cruzar la calle” muy buen acto, responde el Capitán, pero, ¿Por qué los dos?, a lo que uno de ellos responde, ¡Es que la anciana no querría cruzarla!
Lo que sucedió con el cambio de los locatarios del antiguo mercado de pescadería es muy semejante al cuento de los Boy Scouts, el Presidente Municipal declaró orgulloso cambiaba a los comerciante a un sitio donde estarán mejor, limpio, bien comunicado, higiénico, con estacionamiento amplio para clientes, bodegas refrigeradas, andenes de carga y descarga, planta de tratamiento de aguas y lo mejor, serán propietarios responsables del mercado, libres para mantenerlo en condiciones óptimas de operación, superior a la pocilga insalubre de Landero y Coss donde mercadeaban, actualmente, ante todas esas bondades, muchos de los más antiguos comerciantes han conformado una pocilga peor que la anterior, los clientes se llenan de mugre y el pescado casi descompuesto lo ofrecen a los incautos, la salmonelosis impera.
La autoridad municipal procedió, de buen grado o por la fuerza, sacó de sus pocilgas a los mercaderes de pescados y mariscos, les obligó a instalarse en el nuevo mercado que lucía esplendoroso y funcional, tomaron la decisión de cruzar el Rubicón y como Cesar se proclamó ¡Alea jacta est! No hay marcha atrás, a pesar de los riesgos, deciden marchar armados contra Roma, al grito de ¡Síganme los buenos!, con apoyo de las fuerzas policíacas, obligaron a los comerciantes a decidir el cambio de lugar donde realizan sus ventas, en poco tiempo sintieron las ventajas del nuevo mercado, pero…la cabra tira al monte, en poco tiempo, fueron haciendo del mercado una pocilga sin espacio higiénico y estacionamiento para los clientes, han pasado los años y el mercado de Los Pinos en el Norte de la ciudad, está más indecente y anti funcional que el antiguo de Landero y Coss y Arista, ni modo salieron peor que los Boy Scouts.
Los comerciantes enarbolan la bandera de los derechos de antigüedad en el lugar donde estaban establecidos, expusieron como una poderosa razón que el deterioro en cuanto a higiene y funcionalidad es responsabilidad del ayuntamiento, propietario del mercado, se deterioraron por que las autoridades anteriores solo funcionaron para cobrar arrendamiento y cuotas diversas a los locatarios, en su oportunidad ellos plantearon la solución de la demolición del viejo mercado y construcción en el mismo sitio de otro con diseño y funciones como las que dicen las autoridades tiene el nuevo mercado.
En el sitio de Arista solo quedó la familia Gándara, por su cuenta recompusieron sus instalaciones y hoy son un modelo de buen servicio y atención a los clientes, con higiene, productos pesqueros y mariscos de calidad seleccionada, da gusto ir a este negocio. Aclaro, soy crítico y cooperativista pesquero, no barbero, soy tratado en el negocio de Gándara como cualquier cliente. ¡AGUAS!
Febrero 27 de 2021 [email protected] Luis Martínez Wolf