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Sigo con los cañazos, tiempo de emprender otros cultivos

Por Luis Martínez Wolf

Barloventeando

  Desde hace varios años he tratado de hacer ver a nuestras autoridades que el negocio de la caña de azúcar no es tal, se continua trabajando con la gramínea por causa de las raterías que logran algunos lideres cañeros e industriales, que solo son tal, por mangonear la administración del Ingenio, su negocio está en mal pagar a los cañeros, falsear los rendimientos en fabrica y al final llorar o transar trastupijes con los funcionarios encargados del negocio cañero para implementar un rescate económico.

 Es tiempo que se saque a la luz la farsa, cultivar caña con rendimiento en campo de 70-75 Tons. por Hectárea y de 12 % de rendimiento de sacarosa en fábrica es una burrada, seguir el juego es un contubernio armado entre quienes tienen oportunidad de participar, todo mundo menos los campesinos.

He tenido oportunidad de visitar campos cañeros e Ingenios, lo que se ve en Cuba, Lousiana y Hawái asombra a los mexicanos, tienen rendimientos en campo de hasta 300 Toneladas por hectárea, en fabrica se logra un rendimiento de sacarosa de alrededor del 20 %, eso los cañeros mexicanos lo ven como fantasía, pero no hay tal, el colmo de lo fantasioso (según Mexicanos) son los productos derivados de la sucroquímica, se tienen como subproductos, tanto o más valiosos que el azúcar, las tablas duras derivadas de la celulosa, los alimentos para animales obtenidos del rechazo del forraje al separar la celulosa o fibra larga, ni hablar de los acetatos y levaduras, todo fabuloso del buen manejo de la gramínea.

         He insistido que se encamine el negocio de la caña hacia la sucroquímica, negocio tan redituable como la petroquímica, pero al igual que el petróleo están ambos en manos irresponsables, castrados tecnológicos que ignoran las bondades del emprendimiento con bases científicas; estando la base del negocio fallido, lo que mal empieza mal termina. En los años sesenta, el Ingenio de Zacatepec Morelos, emprendió con las tablas duras, la levadura y los forrajes, marcho muy bien el negocio, pero al cambio de Gobierno en 1970, sucedió lo de siempre, ataque a la administración pasada y desperdicio de lo emprendido con éxito en el Ingenio Emiliano Zapata, casi todo a la basura, se salvaron los forrajes.

         En atención a lo anterior, sugiero se revise mi propuesta, cambiar cultivos, después de dejar descansar la tierra cañera dos años y rehabilitarla, emprender cultivos de rendimiento seguro y mejor que la caña, yo propongo los biocombustibles y subproductos de la Jatropha Curcas, pero para obtener inmediatos rendimientos, probando si sabemos como hacerlo, se iniciará el cambio con cultivos en invernaderos, acción semejante a la que realizan los españoles en Almería y el País Vasco, mejor esto ultimo.

         Urgente parar el absurdo de los cañeros pedigüeños y demandantes de muchos MDP como rescate, después de baladronear la mayor producción de azúcar, hablando de un total nacional del orden de 4-6 millones de tons. y el mayor fracaso empresarial y campesino. ¡AGUAS!

Febrero 25 del 2021     [email protected]     Luis Martínez Wolf