PIENSO, LUEGO ESCRIBO
Por Akiles Boy
Cuando la inspiración no llega, se debe buscar la manera de provocarla, de tocar con insistencia la puerta, como cuando andamos buscando empleo. Una vez que se asoma empieza la función y los dedos de las manos y las ideas en la cabeza se mueven casi por instinto. El ingenio, el talento, la creatividad no siempre están asociados a seres atormentados, de una vida colmada de atribulaciones y sufrimiento. Hay creativos plenos y felices. Eso pienso.
En estos días leía textos que llegan con buenas ideas, deseos y promesas para este año que iniciamos, después de las vivencias y experiencias del pasado reciente. Como muchos, prefiero no reiterar el recuento de los daños y pérdidas, tampoco en colocar calificativos a esos no sé cuantos meses de confinamiento y castigo a nuestro sistema nervioso y sus efectos colaterales, y menos en maldecir una etapa de vida, que fue difícil, pero al final dejó experiencia y aprendizajes. Ahora que ya empezó la inmunización, parece que el panorama cambiará para el mundo y los mexicanos.
Los optimistas de corazón y por convicción, hagamos votos porque vengan mejores tiempos, pero también hacer lo nuestro. Decidir, proponernos y hacer un mayor esfuerzo por ser mejores seres humanos, ciudadanos y personas. Necesitamos y alzamos la voz para que el mundo se transforme, pero tenemos que empezar por nosotros, y seguramente si coincidimos con la mayoría, se logrará obtener un mejor espacio y ambiente para vivir en paz, armonía y progreso. Esto va más allá de cualquier sentimiento, creencia y religión, es asunto de conservación y sobrevivencia. Es momento de frenar la veloz y absurda carrera hacia el suicidio colectivo.
Por cierto, en España, recién se aprobó la temida y polémica eutanasia, que se refiere al derecho de las personas a decidir en vida sobre su muerte, en caso de padecer una enfermedad en fase terminal. Recordé, guardando cualquier proporción, las infinitas controversias sobre el aborto. Son los extremos, el nacimiento y la extinción de la vida. Llama la atención que siendo los españoles un pueblo profundamente religioso, haya hecho un lado sus temores y prejuicios y entrado a esta etapa de la evolución.
Por otro lado, en la aldea de Latinoamérica, por fin en Argentina dan luz verde a la Ley que permite el aborto, que equivale al derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo. Después de una larga y titánica lucha de las argentinas por hacer efectiva esa prerrogativa que naturalmente les pertenece, y terminar de una vez con el gran negocio de clínicas y galenos que practican, sin ningún escrúpulo, los abortos clandestinos. Como referencia, en nuestro País, solo en la Ciudad de México y Oaxaca ha ocurrido la despenalización, que procede a petición de la mujer y hasta las primeras doce semanas de gestación. En cualquier otro caso, con sus marcadas circunstancias. El tiempo nos dará más razones, reacciones y respuestas a estos cambios sociales en el mundo. Por lo pronto nadie puede bajarse del tren de la evolución, sino es con el riesgo de ser arrasado o quedar marginado. Otra opción es subir a la montaña y convertirse en ermitaño.
Evolucionar o claudicar, ese puede ser el slogan de la temporada que vivimos, ya lo decía el filósofo griego Heráclito de Efeso, “Nada es permanente, excepto el cambio constante”. Tenemos frente a nosotros un nuevo horizonte, un nuevo calendario, sería buena idea poner nuestra mejor cara y actitud a los desafíos y oportunidades que seguro tendremos. Seamos entusiastas protagonistas en nuestra historia de vida y solidarios con los demás. En remate a esta entrega les anoto una referencia respecto a la función social de los comunicadores, a propósito del pasado Día Nacional del Periodista, en el texto de la veredicto de la Corte Norteamericana en el caso Watergate, que provocó la caída de Richard Nixon, se sentencia, “La prensa está para servir a los gobernados, no a los gobernantes” Para la reflexión estimados lectores. Hasta la próxima.
Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.
