POR LA VERDAD Y LA CONFIANZA
Cuando reflexionamos sobre lo que sucede en nuestras vidas y particularmente hoy que se acercan estas fechas decembrinas en un año atípico como el 2020, reflexiono sobre lo diferente que serán éstas para muchos mexicanos y veracruzanos; para algunos, motivo de mucha alegría, para otros de tristeza o de insatisfacción. Y vienen a mi mente personajes emblemáticos como el Sr. Ebenezer Scrooge, de la película Canción de Navidad[1] –anciano solitario y amargado al que visitan en navidad los fantasmas del pasado– o de El Grinch del pueblo de Villaquién[2], que siente que la Navidad es el tiempo más incómodo o triste del año y su tristeza o enojo la canaliza hacia los demás.
Y es que el bullicio de la Navidad, con sus villancicos, arbolitos, luces de colores, regalos, cena, nacimiento, posadas, etc., generan un ambiente especial que hace que la mayoría de las personas nos sintamos enganchados, más que en un tiempo de advenimiento y de fe, en una especie de magia o de fantasía producto del marketing y del consumismo. Y esa deformación fantástica es la que, en función de la cultura y posibilidades económicas, cada uno hemos aprendido en nuestra vida a disfrutarlo a nuestra manera, teniendo en el fondo siempre la disposición de dar algo material a los demás más que el vivir con alegría esos momentos en paz con los que amas. Por eso cuando las circunstancias cambian, -como todo lo sucedido en este año-, nos sentimos insatisfechos.
Pero debemos empezar por razonar que lo sucedido en este 2020 en el mundo y en el país, no ha sido cosa menor. Este año, que ha sido tan difícil para todos, algunas personas sentirán que la Navidad no será tan alegre como otras, otras, al no saber canalizar esas frustraciones o depresiones, estarán inmersos en la tristeza, o adoptarán actitudes de rechazo o frustración, incluso recurrirán a ayuda profesional.
Y es de entenderse, porque es difícil digerir -en esta época de pandemia-que un familiar haya sido contagiado -con consecuencias desde las más leves hasta las más severas-; no es fácil eliminar la tristeza de saber que se fueron amigos y familiares sin despedirnos de ellos. No se puede asimilar con naturalidad, el hecho que negocios exitosos de pequeños, medianos o grandes empresarios, cerraron porque no dio para seguir sosteniendo la planta laboral y hubo que despedir trabajadores aun no queriéndolo, mismos que hoy no tienen para una cena o para dar un modesto presente a sus hijos.
Luego entonces, sin entrar en el pesimismo, pero sí en el realismo, debemos ser conscientes de que esta nueva “magia” de la navidad 2020, nos invita a vivirla de manera diferente. Nos debe alentar a ser más solidarios, generosos y comprensivos, y a reflexionar en el verdadero sentido de la Navidad. Si Dios nació en el más modesto pesebre y con unos padres que le dieron sólo amor, entonces ¿por qué nosotros no habremos de valorar las cosas que más valen la pena, por sobre lo material?
Qué tal si hoy nos proponemos a dar, no regalos, pero sí comprensión, felicidad o apoyo a alguien más. Y no es tan difícil. Acercarse a quienes están solos o sufren, hablar con ellos y darles ánimo, descargar culpas y pedir perdón, disfrutar a la familia, dar gracias por lo que hemos recibido, tomar fuerza y con valentía y buena actitud no perder la esperanza y mirar hacia adelante. Si hacemos las cosas bien actuando con responsabilidad – cuidando a los demás y cuidándote-, si eliminamos prejuicios y somos creativos y emprendemos algo para no estar desocupados o salimos a tocar puertas para lograr un trabajo modesto temporal, en casa o fuera de ella para obtener un poco de ingresos, pasará pronto esta etapa de prueba y vendrán cosas mejores e inmensamente hermosas.
Igualmente, si en lugar de que en estas fechas se acreciente el número de pacientes que recurran a los especialistas de la conducta, tanto vía internet como presencial porque están depresivos o tensos, si por el contrario, hacemos el intento de sacar la casta y buscar disfrutar lo poco o mucho que se tiene: la vida, familia, energía, salud, etc., si este tiempo de advenimiento, lo convertimos en un tiempo de asumir compromisos y de generar confianza en sí mismo y hacia los demás, las cosas cambiarán más rápido de lo que pensamos y una vez que esto pase, seguramente seremos diferentes, y recordaremos este año 2020 -no con tristeza- sino como el que nos hizo crecer y madurar pese a la adversidad.
Así que hagamos de esta Nochebuena y Navidad el mejor espacio para disfrutar y amar lo que tenemos a nuestro alrededor.
En lo personal, les deseo de corazón lo mejor y hago votos porque 2021, sea un año lleno de fe, oportunidades, fortaleza y creatividad para todos y todas. Disfrutemos con gusto lo que el Creador nos ha dado y no perdamos la costumbre de ser felices.
Un abrazo con mucho afecto y gracias por su amistad.
[1] Novela corta, escrita por el Británico Charles Dickens y publicada por Chapman y Hall el 19 de diciembre de 1843, cuya trama cuenta la historia de un hombre avaro y egoísta llamado Ebenezer Scrooge y su conversión, tras ser visitado por una serie de fantasmas del pasado, en Nochebuena.
[2] El Grinch, obra que surgiera de la imaginación del Dr. Seuss escrita en 1957 y que en el año 2000 fue llevada a la pantalla, producida Howard y Brian Grazer de Universal Pictures e Imagine Entertainment, llevando el protagónico, Jim Carrey.
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