Panoramas de Reflexión
Como el viejo decía… !
Las raíces de un hombre deben ser fuertes, profundas, para que los ojos de la ignorancia no traten profundo de ver a través de las cataratas de la mediocridad una realidad distorsionada y confusa, sino con la luz del entendimiento, la inteligencia y la razón. ¿Cómo se logra eso? Sufriendo, perdiendo, luchando para sobresalir siempre victorioso de las adversidades que de momento no sabemos cómo, más cuando las logramos superar las recordamos con beneplácito. Enseñanzas como estas fueron las que trasmitió Don Luis Huerta a sus hijos, tal como lo plasma uno de sus hijos mayores, nuestro apreciado Amigo el conocido empresario Luis Huerta Hernández en su libro “Como el viejo decía…!”, rememorando con amor la sublime sabiduría que su padre les legó.
La obra fue presentada el pasado viernes 27 de noviembre en sesión solemne del Club Rotario de Martínez de la Torre, por el Licenciado Cirilo Rincón Aguilar, el Profesor y Licenciado Miguel Pérez Preza y el Cronista emérito de Martínez De la Torre, el Señor Melquiades Castro Aguilar, dignos representantes activos del citado organismo a nivel local. A propósito del autor quiero dejarles un pensamiento de Elisabeth Kubler Ross, una psiquiatra y escritora suizo-estadounidense de las mayores expertas mundiales en la muerte y cuidados paliativos: “Las personas más bellas con las que me he encontrado son aquellas que han conocido la derrota, conocido el sufrimiento, conocido la lucha, conocido la pérdida, y han encontrado su forma de salir de las profundidades. Estas personas tienen una apreciación, una sensibilidad y una comprensión de la vida que los llena de compasión, humildad y una profunda inquietud amorosa. La gente bella no surge de la nada”. Los padres alcahuetes, como le decían en mis tiempos, porque hoy les acomodaron el eufemismo “permisivos” para que no se oiga tan feo, pero es lo mismo, deberían conocer a fondo esta bella historia, esta magna obra propuesta por nuestro estimado Amigo Luis.
Luis Huerta Hernández es un hombre sensible, humilde, ameno, altruista, amoroso con su familia, y sobre todo, Amigo; destacado empresario de la industria panadera y ampliamente conocido en el pueblo por su reconocido negocio familiar, la Panificadora “Paraíso”. Miembro activo del Club Rotario de Martínez de la Torre y excelente ser humano, quien, al igual que yo alguna vez, cayó contagiado de presentar esta enriquecedora obra, por el distinguido y apreciado Amigo Melquiades Castro Aguilar, quien siempre se preocupa de promover la cultura a través del convencimiento de sus amistades y de personas que han llegado a trabajar a esta bendita tierra, para que propongan verdaderas obras de interés, dignas de ser relatadas y apreciadas por quien sepa valorarlas. Ahora, es seguro que nuestro Amigo Luis Huerta Hernández, con las enseñanzas que su viejo en él sembró, hoy reza para que sus hijas crezcan con raíces profundas de tal forma que puedan retirar energía de las mejores fuentes, de las más divinas, que se encuentran siempre en los lugares más escabrosos y difíciles, para que cuando las tempestades lleguen y los vientos helados soplen, resistan con firmeza. Atrévase a leer esta aleccionadora obra que nace del profundo amor del autor hacia su padre. Que tenga un buen día.
Luis Humberto.