- Conviértete en un experto en relajación. Todos pensamos que sabemos relajarnos. Pero relajarse frente a un televisor o una computadora no es una verdadera manera de relajarse. (Según lo que estés mirando o haciendo, podrías ponerte más tenso). Lo mismo ocurre con el alcohol, las drogas o el tabaco. Es posible que parezca que alivian la ansiedad y el estrés, pero se trata de un falso estado de relajación que es simplemente temporario. Lo que el cuerpo realmente necesita es una práctica diaria de una técnica de relajación (como respiración profunda, tai chi o yoga) que tenga efectos físicos sobre la mente. Por ejemplo, la respiración profunda ayuda a relajar un nervio importante que se extiende desde el diafragma hasta el cerebro y envía un mensaje a todo el cuerpo para que se afloje.
- Duerme lo suficiente, come bien y haz ejercicio físico. ¿Quieres que tu cuerpo y tu mente se sientan tranquilos y fuertes como para enfrentar los altibajos de la vida? Duerme la cantidad adecuada y necesaria de horas: ni muy poco ni demasiado. Come bien: Escoge frutas, verduras, proteínas magras y granos enteros para tener energía a largo plazo (en lugar de los breves estallidos de energía que se obtienen con el exceso de azúcar o cafeína). Y haz ejercicio físico para enviar oxígeno a todas las células del cuerpo para que tu cerebro y tu cuerpo puedan funcionar a su mejor nivel.
- Conéctate con otros. Pasa tiempo con amigos o familiares. Las actividades organizadas son muy buenas, pero simplemente pasar el tiempo con otros te hará bien. Hacer cosas con quienes nos sentimos cercanos profundiza nuestros vínculos y nos permite sentirnos apoyados y seguros. Y la diversión y el compartir nos permiten sentirnos más felices y menos preocupados por las cosas. Si te sientes preocupado o nervioso por algo, hablar sobre el tema con una persona que te escuche y se preocupe puede ayudarte a sentirte más comprendido y más capaz de hacer frente a la situación. Te recordará que todos tenemos estos sentimientos en algún momento. No estás solo.
- Conéctate con la naturaleza. Salir a dar un paseo por el parque o una caminata por el bosque puede ayudar a cualquiera a sentirse en paz o relajado. (Escoge un lugar donde te sientas seguro para poder relajarte y disfrutar de lo que te rodea). Caminar, montar en bicicleta o caminar con raquetas de nieve ofrecen el beneficio adicional del ejercicio físico. Invita a uno o dos amigos (o a un familiar) a ir contigo y disfruta de sentirte conectado con otras personas.
- Presta atención a las cosas buenas. Una excelente manera de alejar nuestra mente de las preocupaciones es concentrar nuestros pensamientos en cosas que son buenas, bellas y positivas. Aprecia las pequeñas bendiciones de todos los días. Permítete soñar, desear e imaginar lo mejor que podría ocurrir.
Nota: La ansiedad o la preocupación extremadamente intensos pueden ser una señal de un trastorno de ansiedad. Es importante que las personas con un trastorno de ansiedad reciban atención adecuada de un profesional de la salud. Por supuesto, estos consejos también pueden ser de ayuda. Pero la única manera de hacer frente a un trastorno de ansiedad es recibir tratamiento profesional.