Cada año, el área de Gobierno del Centro de Alta Especialidad (CAE) dedica un Altar de Vida al personal fallecido al servicio del hospital de especialidades médicas.
Sin embargo la ofrenda fue diferente en este 2020 al dedicarla a los médicos, enfermeras y profesionales de la salud víctimas del virus SARS-CoV2.
Las flores de cempasúchil adornan el altar del nosocomio y, en medio de catrinas y catrines de papel maché, destacan las fotografías de los médicos Jorge Matus Castro, fallecido el 30 de junio; Alfredo Camacho Perlstein, muerto el 25 de agosto; Víctor Rivera Uribe, muerto el 9 de septiembre al igual que su esposa, la enfermera María Francisca “Paquita” Herrera Chiquito y del doctor Luis Jorge Oviedo Loranca, quien murió el 14 de septiembre.
Además, están las imágenes de los doctores Francisco García Ramírez y José de Jesús Sosa Suárez.
El presidente de la Sociedad Médica del Centro de Alta Especialidad “Doctor Rafael Lucio”, Juan Francisco Guerrero Morales, admite que la pérdida de sus compañeros genera la desesperanza, por de repente, no volver a verlos. Por lo anterior no duda en decir que murieron en “cumplimiento de su deber”.
“Toda pérdida humana te genera ese vacío y esa desesperanza de no tenerlo. De haberlo visto en el transcurso de la semana (…) y de repente ya no volver a verlo. Eso lo que hemos aprendido de esta pandemia es la fragilidad humana, hoy podemos estar y ya después ya no”.
El doctor Guerrero Morales recuerda la dedicación de sus compañeros con la medicina, además de la gran estima del personal de salud para los médicos.
“Tenían en común su dedicación a la medicina, su amor a esta profesión que nos ha dado tantos logros y sentir tantas satisfacciones y todos ellos amaban esta profesión enormemente”.
Añadió que defunciones consternaron a todos los trabajadores en el Centro de Alta Especialidad y por eso, no podrían dejar pasar el Día de Muertos para convertirlo en una ocasión especial.
“Esta tradición de colocar el altar en el Hospital ha sido una tradición desde hace muchísimos años. Hemos ido incorporando las fotografías de los compañeros que van falleciendo a lo largo del año y realmente, a veces, se tornaba insuficiente el espacio para colocar todas las fotos, de todos los compañeros, que han fallecido en el CAE”.
LOS PRIMEROS FALLECIDOS
El 30 de junio de 2020, el CAE registró el primer deceso de su equipo médico con el fallecimiento del doctor Jorge Enrique Matus Castro, coordinador de Urgencias del turno vespertino del centro de alta especialidad.
“Jorge Enrique Matus fue el primer médico que falleció. Inicialmente estaba como Coordinador Médico de Urgencias en el turno vespertino. Posteriormente fue asignado a otras áreas precisamente por cuestión de comorbilidad y realmente nunca tendría tanto contacto con pacientes con Covid pero se contaminó”, explicó el doctor Guerrero.
En su caso, como en el resto de los demás facultativos, resulta difícil determinar el motivo de la transmisión.
“No sabemos exactamente en qué momento, es muy difícil saberlo realmente si fue en el Hospital, fuera o en una consulta privada, pero su misma situación de salud se agrava y nos lleva a este deceso”.
Entre los fallecimientos destaca el del coordinador del turno nocturno del CAE, Víctor Rivera, integrante del equipo médico de Hospital de Salud Mental de Xalapa. El médico inició su carrera en el Hospital Psiquiátrico de Orizaba, para despues continuar en Xalapa.
“Él (Víctor Rivera) realmente no estaba en contacto con pacientes covid directamente, estaba en la coordinación médica y no hay acceso a las áreas restringidas. Desafortunadamente su esposa (Paquita Rivera) se contagia e inicia el proceso”.
Paquita, por su parte, contaba con una Maestría en Ciencias de la Enfermería y Administración en Servicios de Salud, además de diplomados en Educación Perinatal, y Educación en Lactancia Materna en la Universidad Veracruzana y fundadora del Colegio de Enfermeros del Estado.
En el caso del doctor Camacho Perlstein, Guerrero Morales lo recordó como uno de los médicos fundadores del entonces Centro de Especialidades Médicas (CEM). Al día de su deceso, Camacho Perlstein se desempeñaba como jefe del Área Privada del Centro de Alta Especialidad (CAE), y anteriormente se había desempeñado como Subdirector de dicho hospital, colaborador del Centro Estatal de Trasplantes.
En el caso de Luis Oviedo Loranca, quien murió el 14 de septiembre, también se desempeñaba en la Clínica Hospital del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado, además ejercía la consulta particular con una especialidad en gastroenterología.
SITUACIÓN DESCONOCIDA
Para el doctor Guerrero Morales, la pandemia por la enfermedad del SARS-CoV2 trazó un escenario similar al de 11 años atrás con la epidemia del AH1N1, en donde el personal de salud enfrentó una situación desconocida.
“En la influencia AH1N1 tuvimos que enfrentarnos a una situación parecida: los pacientes llegaban y después fallecían y llegó el caso en que no sabíamos a qué nos estábamos enfrentando”.
Sin embargo a los doctores se les instruye a prepararse ante todo, incluso, ante la posibilidad de contraer cualquier enfermedad en servicio.
“Más que enseñanza es el amor que sentimos a la profesión. Es el deseo de seguir ejerciendo para lo que fuimos formados. La formación implica esto y también ese riesgo de poderte contaminar, ahora es con covid, el riesgo existe ante cualquier padecimiento. Eso es lo que enseña esto, que nuestra profesión es eso y estamos preparados para ello”.
Además, la pandemia evidenció la incapacidad de cualquier sistema de salud de controlar a la enfermedad del SARS-CoV2.
“En la tuberculosis, o un paciente con meningitis, desde el momento en que llegaba el paciente y teníamos algún dato que nos encaminara a eso, aplicábamos las medidas de protección, se ponían en áreas específicas y se inicia el tratamiento, aquí no es el caso, no tenemos un tratamiento que sea la panacea que va a venir a resolver la enfermedad”.
El doctor Guerrero Morales observa que a pesar de la enseñanza recibida en clase y en servicio, hay un temor al Covid-19.
“Todos tenemos ese temor, ese miedo de llegar todos los días al Hospital y encontrarse con una situación así, realmente estamos en espera de que en un momento dado cualquiera de nosotros pueda empezar con algún síntoma”.
PERSONAL EXPUESTO
En septiembre pasado, Amnistía Internacional informó que México es la nación con más personal sanitario fallecido por causa del SARS-CoV2, con mil 320 decesos.
Sin embargo, el 14 de octubre la Secretaría de Salud reveló que 127 mil 53 profesionales de la salud dieron positivo a la prueba del covid-19, con una mayor incidencia en Nuevo León, Ciudad de México y Jalisco.
De los contagiados, un 42 por ciento corresponden a enfermeros y enfermeras; 26 por ciento corresponden a médicos y enfermeras y un 29 por ciento, a otra profesión de la salud.
En esa fecha, el Director General de Epidemiología de la Secretaría de Salud, José Luis Alomía reveló que mil 744 profesionales de la salud fallecieron por covid-19.
Explicó que la mayoría de los 1,744 fallecimientos acumulados entre personal de la salud han ocurrido en Ciudad de México; Estado de México; Veracruz; Puebla; Tabasco; Jalisco; Tamaulipas; Guanajuato; Sonora; Nuevo León y Sinaloa