Barloventeando
La cuestión petrolera ha polarizado a los mexicanos, por supuesto, polarizar la opinión pública, significa dirigir las opiniones a favor o en contra de un determinado asunto, nada de consensos, es bueno o malo, estamos a favor o en contra, solo dos polos y forzosamente deberemos decidir por uno. La gran bronca es que en uno de los polos está papá gobierno y pretende imponer su criterio.
Todo, todo lo que se diga o haga recibirá aplausos o chiflidos de repudio, un buen gobernante deberá estar atento a lo que Juan Pueblo reclama, demanda o solicita angustiado, si la prepotencia burocrática pretende imponer criterios para orientar una decisión a favor de una causa impopular, estamos en vísperas de una gran bronca, revolufia o agitación violenta, lo grave del momento es que nuestro máximo gobernante con sus colaboradores, juegan de cerca con la conveniencia o no de formalizar el negocio petrolero, digo formalizar, porque desde hace mucho, subrepticia o descaradamente hemos ido entregando el petróleo.
Es público, notorio y descarado el manejo financiero de todo lo relacionado con PEMEX, sacan el petróleo las empresas extranjeras, puesto en la superficie, se transporta para su exportación en barcos extranjeros, por supuesto se refina en el extranjero, se regresan a México los refinados en barcos extranjeros y se distribuye en el país por grupos privados, muchos de ellos en manos extranjeras, por supuesto, los créditos obtenidos por PEMEX para financiar las anteriores actividades, se obtiene de organismos extranjeros que nos cobran intereses leoninos que nos tienen endrogados de por vida. ¿Es nuestro el petróleo?
Para robar, ocultando las transas lo mejor que se puede, PEMEX contrata empresas que realizan la investigación para encontrar el petróleo bajo el subsuelo marino, los buitres petroleros arman sofisticados procedimientos de prospección, cobrando por un trabajo que ya se realizó, pero como se dice que es aleatorio el resultado de la investigación, cobran de lo lindo y tienen acceso a los contratos de riesgo, donde no corren riesgo alguno y se quedan con “Nuestro” petróleo.
Los pescadores veracruzanos andan encabronados contra una empresa extranjera al servicio de PEMEX, la prospección en busca de petróleo la realizan mediante un sistema sismológico que requiere la violenta expulsión de aire comprimido, que se registra en los aparatos sismológicos, este procedimiento sustituye las antiguas explosiones con TNT o dinamita, no es menos nocivo al medio ambiente, sino que es más efectivo y más barato. Como resultado de las ondas expansivas, todos los peces a muchas millas a la redonda, mueren o se ahuyentan.
Los pescadores que faenan en la zona quedan en la miseria, sin pesca; ante ello reclaman a quien les afecta una indemnización; el predador se niega; cualquier dia los pescadores agrupados, armarán una bronca contra PEMEX; si no aparece un amigable componedor que obligue a indemnizar a los afectados, la bronca que armarán los pescadores avivara el fuego petrolero, ya sale humo y arderá. ¡AGUAS!
Octubre 13 de 2020 [email protected] Luís Martínez Wolf