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LLuvias atipicas

Por Edgar Landa Hernandez

Fin de siglo

Por

Edgar Landa Hernández.

 Afuera está lloviendo, amor

Se me vino a la mente esta estrofa de la canción que interpretara el príncipe de la canción, José José, que en paz descanse, en donde a la letra dice:

“Afuera está lloviendo amor,

Aquí no sopla el viento ven, dejemos que transcurra el tiempo,

Y en el reloj marquen las seis”

La lluvia atípica que se registró el día de ayer nos muestra a los seres humanos una vez más que somos nada ante el universo. Pocas veces cae una lluvia tan copiosa y de tal intensidad que infinidad de calles y colonias se inundaron. Decenas de vehículos varados, casas y negocios afectados y un sin número de personas esperando a que pasara el diluvio.

Xalapa era hasta no hace mucho una ciudad que poco le afectaban las lluvias, pero hoy en día las lluvias se han dejado venir con fuerza y furia que nada ni nadie puede contrarrestar los mensajes de la naturaleza. Primero, llega un microscópico virus que nos ha mantenido en vigilia dentro de nuestras casas cuidando nuestra salud, posteriormente, un movimiento telúrico hace que nuestro sistema nervioso se colapse, los medios de comunicación transmiten una noticia que llegará una polvareda del Sahara, y ahora una gran lluvia abundante nos detiene, y ¿mañana?

Los tiempos se tornan difíciles, sin embargo, depende de cada uno de nosotros de qué forma encarar las vicisitudes para reencontrarnos con nuestra propia esencia y sobre todo recordarnos que somos materia. Hoy no debe de haber cabida para que llegue el miedo.

El miedo solo posterga nuestros sueños y anhelos, creando una confusión en nuestras mentes que no nos permiten cavilar con claridad y sobre todo no nos da opción a buscar alternativas que conlleven a contrarrestar los acontecimientos que a diario vivimos.

Es cierto que hay cosas que no podemos cambiar, pero si hay formas de cuidarnos y sobre todo de mantener la tranquilidad, no solo para nosotros mismos, sino también para que inyectemos bienestar a los nuestros, ya que un sistema inmunológico débil es propicio para que la enfermedad llegue.

Estamos en un tiempo en donde la solidaridad, la generosidad y el bien común deben de ser factor determinante para que el día de mañana digamos con gusto, ¡yo viví esa época y sigo de pie!

*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes A.C.

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