Barloventeando
Con los científicos especuladores: ¡AGUAS!
Se estudia el cambio climático y se tiene solución
El año de 1992, los gobiernos de todo el mundo se espantaron ante las declaraciones de los científicos catastrofistas, estos sabios que por desgracia existen desde siempre en todo el mundo, tienen la habilidad de encontrar los argumentos científicos que mal usados, prueban la futura existencia de alteraciones ambientales que concluirán en el holocausto bíblico, el mundo colapsará por un fabuloso incendio, por fortuna, ante los catastrofistas se da la existencia de sabios humanistas que dedican su capacidad mental y científica, aplicándola en favor de la humanidad, estudian, realizan experimentos, monitorean todos los efectos del cambio climático y aplican su sapiencia a encontrar soluciones, afortunadamente existen y los gobernantes sensatos las atienden.
En la primera cumbre de la tierra, dedicada al estudio del cambio climático, surgieron catastrofistas, lo que se estaba experimentando con el aumento de CO2, producía un efecto invernadero en la atmosfera y estaba alterando la temperatura ambiental, dado que el fenómeno era incontrolable, el desarrollo industrial era imparable, generaba riqueza, empleo y condiciones de vida feliz, aspiración máxima de los habitantes del planeta, declaraban estos pesimistas que el cambio climático solo afectaba el aspecto sensorial de las personas, tolerable, pues uno o dos grados de aumento de temperatura, eran más que soportables; adelante con el consumo de petróleo, generación de CO2, y muchos más fenómenos concomitantes al cambio climático, derivado del consumo de combustibles fósiles.
Los reunidos en Rio de janeiro en 1992, concluyeron que la emisión de CO2, metano y óxido nitroso, debía mantenerse por debajo de 300 partes por millón, la temperatura ambiental se podría mantener en 1.5 G Celsius, esas condiciones no alterarían en mayor grado la supervivencia humana, la cruda realidad, obligó a los conferencistas de Rio a retractarse, los fenómenos meteorológicos se alteraron en forma inesperada, la emisión de CO2 superó en naciones desarrolladas los 450 partes por millón y el negocio petrolero irrumpió en los países árabes en forma escandalosa, negocio de la vida, para quienes tenían petróleo, olvidaron y atacaron a todos aquellos que criticaban el desarrollo industrial e impulsaron la construcción y negocio de carros con motores potentes, quemando gasolina y diésel, elevando los niveles atmosféricos de gases efecto invernadero a nivel suicida.
Se convocó la COP 21 en 2015 en Paris, concurrieron representantes 200 Naciones, se dieron a conocer los estragos que el cambio climático estaba causando a la atmosfera terrestre, había mucho por analizar, pero los efectos ambientales trágicos que la humanidad estaba sufriendo, obligó a los conferencistas a emitir una declaración, documento firmado por 187 participantes de 195 que concurrieron a la sesión, por fin, se convinieron medidas para rescate del medio ambiente y los seres que sobreviven, si no bajamos la emisión de gases efecto invernadero y buscamos soluciones, los catastrofistas alegaran ahora, que el ser humano sobrevive la elevación hasta 2 grados Celsius, pero no la simultanea elevación de humedad, bulbo húmedo que tanto les espanta, al carajo con ellos, la humanidad sobrevivirá, pues ya aparecieron auténticos sabios que nos ilustran y proyectan procedimientos para tener atmosfera respirable, sin causar cambio climático a nivel holocaustico. ¡AGUAS!
Mayo 13 del 2020 [email protected] Luis Martínez Wolf
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