Columnistas

El municipio, tercer nivel de gobierno

Por Alfredo Bielma Villanueva

CAMALEÓN

Cuando el constituyente de 1917 discutió el contenido del artículo 115 de la Constitución Política que estaban forjando la materia más importante se refería a la autonomía que el municipio requería para llevar a cabo sus propósitos, entre los más importantes convertirse efectivamente en el nivel de gobierno más cercano a la población, “sin capacidad económica no será posible una genuina autonomía municipal” decía el discurso constituyente. En realidad el contenido del artículo 115 constitucional diseñó un municipio fuerte, “no habrá ninguna autoridad intermedia entre el municipio y el gobierno del estado”, se escrituró para combatir la injerencia de cacicazgos territoriales que mediatizaran a los ayuntamientos, lamentablemente ese avanzado texto constitucional no se correspondía con nuestro desarrollo político y por muchas décadas el municipios en México siguió siendo el coto de poder de los hombres económicamente y políticamente más fuertes de cada región. De igual manera, los recursos a los ayuntamientos fluyeron a cuentagotas, el porcentaje que les correspondía era de muy bajo rango y lo mediatizaban los gobiernos estatales. En los Convenios de Coordinación Fiscal el municipio era retóricamente reconocido, pero en la realidad la mediación estatal seguía imperando. Servía de pretexto a las autoridades municipales por no hacer obra pública en sus respectivas jurisdicciones y por otorgar deficientes servicios públicos.

Luego llegó el tiempo de las vacas gordas y el recurso público fluyó con largueza hacia los ayuntamientos, los partidos políticos aumentaron sus cuotas burocráticas e inflaron descomunalmente la nómina municipal para favorecer al ramo administrativo. Municipios hay que cuentan con gran número de sindicatos cada cual se lleva sus respectivas tajadas presupuestales con una burocracia ineficiente y poco productiva. Cuando el presidente Zedillo envío su propuesta de reformas al articulo 21 constitucional para otorgar a la Seguridad Pública el reconocimiento de una función de Estado (Federación, Estados y Municipios) otorgó recursos adicionales a los ayuntamientos con el propósito de contar con policía municipal bien capacitada para enfrentar los retos delincuenciales ¿quién pudiera asegurarlo como misión cumplida? Lo mismo para infraestructura, para suministro de agua a la población, drenaje, etc., todo deficiente, y sin embargo los alcaldes siguen permitiendo el engrose de su burocracia y a cambio exigen más recursos. De allí la importancia de la reciente reunión convocada por el gobierno federal con gobernadores y los alcaldes del país, es buena señal porque se advierte conocimiento de gobernanza, interés por reformular la relación entre los niveles de gobierno en un sistema federativo que requiere del consenso armónico de los tres niveles de gobierno para alcanzar mejores condiciones de vida para la población.  Ojalá así sea.