CAMALEÓN
Una tesis muy divulgada sostiene que el ejercicio del poder desgasta, conforme a ese enunciado debe entenderse que el partido en el gobierno a la hora de ponerse en juego una elección popular, si quien gobierna no hizo bien su trabajo, trasladará esa culpa al partido que lo postuló. Tiene lógica la deducción si nos quedamos en esa instancia y no ponderamos la variedad de factores que intervienen e influyen en la psicología de las masas. Un caso paradigmático lo encontramos en el gobierno veracruzano encabezado por Cuitláhuac García cuyo desempeño gubernamental ha sido deplorable, sin embargo, esa condición no se reflejó en el resultado electoral de junio pasado porque MORENA se llevó el triunfo ¿por qué? Son múltiples los factores que pudieran explicarlo, entre otros a una oposición dispersa y desorganizada, muy mediocremente organizada en los partidos políticos, pero al interior de la ciudadanía inconforme nada hubo para convencerla de abandonar su indiferencia y movilizarse para participar y manifestar su discrepancia. Por supuesto, un factor de peso específico a favor de MORENA fue el uso clientelar de los programas sociales y el ejercito de promotores del voto a su favor, nada nuevo en México si recordamos que el PRI y el PAN hicieron lo mismo cuando estuvieron en el poder. Por caso, ¿cómo explicar que en Xalapa el candidato de la alianza opositora, Américo Zúñiga, pese a su campaña de intensa penetración y el beneplácito ciudadano no haya obtenido la curul frente a una candidata que no hizo campaña? La respuesta es obvia: recurso público al por mayor, estructura y movilización de un ejercito de promotores.
Esa reflexión viene a cuento a propósito de la venidera elección municipal de junio próximo ¿con qué cuenta la oposición partidista para hacer frente a MORENA? Ese escenario no luce alentador, pero todo movimiento opositor se nutre del activismo de sus mejores cuadros, si estos no aparecen el acceso al poder se retrasa o simplemente no se consigue. En los hechos, para la oposición el proceso electoral en curso es la primera instancia para comenzar a posicionarse, de los resultados de la próxima elección municipal para el movimiento opositor mucho dependerá la elección intermedia de 2027. En ese escenario el PAN es el partido político mejor posicionado, el PRI sigue en plena picada; a Movimiento Ciudadano no le alcanza su estructura para convertirse en opción atractiva y los residuos del PRD buscan cómo integrarse para seguir en la brega política. Está en marcha la formación de un nuevo partido, de cómo resulte ese intento dependerá si se enriquece o no el diagrama opositor en el país y si es capaz de interpretar, movilizar y dirigir el sentir de una ciudadanía ausente e indiferente respecto de sus propios intereses.