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Miedo y resistencia

Por José Antonio Medina Aguilar

PIENSO, LUEGO ESCRIBO

Por Akiles Boy*

Dios no te llama a cuentas antes de que cumplas  tu última misión. Mateo, un aspirante a escritor, de esos que no buscan la fama, pero si ser leído y dejar, aunque sea, unaínfima muestra de sus ideas y experiencias de vida, abandonó unos minutos el antiguo ordenador que le servía para sus ejercicios de catarsis. Había llegado septiembre como empujado por un fuerte tornado, iniciando el último tramo de un año de crucial transición, sin descontar la cotidiana complejidad que tercamente se proponen los mexicanos.

Este País plural, diverso y embrollado, que vemos y sentimos saliendo de casa, cuando caminamos, también al abordar el automóvil o el servicio de transporte. Los temas usuales, la inseguridad, la salud, la familia, el tráfico, la pobreza, el medio ambiente, la corrupción, la impunidad, la economía, la política, el gobierno, la cultura, el deporte, los espectáculos, son la materia prima en las conversaciones y controversias que diariamente se cruzan en los espacios públicos.

Mateo, un ferviente melómano, se acomoda en un sofá y escucha la canción Maneater, (La devoradora de hombres) título en español, interpretada por  el dúo norteamericano Daryl Hall & John Oates. Incluida en el álbum H2O, su lanzamiento fue en 1982. Está convencido de que la música es un potente antidepresivo, además,crea ambientes amables e inspiradores.

En el acolchonado mueble que comparte con Tobías y Jimmy, sus fieles amigos, cavila en la tempestad desatada por la iniciativa presidencial de reformarel Poder Judicial. En las múltiples perspectivas, interpretaciones y reacciones de grupos y ciudadanos que está generando, por una parte, un debate interminable y escasamente productivo, y por otra, enfrentamientos inútiles y polarización social. No son indispensables encuestas, consultas o diagnósticos, para conocer la cruda y añeja realidad en el campo de la procuración e impartición de justicia en México. Se conoce perfectamente afuera y adentro.

En el exterior tienen el registro en la lista negra, desde hace décadas, de que nuestro País es el paraíso de la impunidad y la corrupción. De la proverbial proclividad de los mexicanos a la transa, sin importar torcer o incumplir las leyes, como muestra de la deshonestidad que prevalece en la sociedad. De ese vicio o defecto nadie se salva, existe en todas las clases sociales.

Ocurre en la familia más humilde, hasta en las altas esferas del poder político y económico. La diferencia radica en la cuantía y en las condiciones para asegurarse ventajas y beneficios. Mientras, en el interior, seguimos navegando en los mares siempre quietos de la indiferencia y la descarada simulación, aumentado esa grave deuda social. Una verdad inocultable. Sin temor a equivocarnos, no hay quién haya evitado ser  víctima o conozca algún agraviado en los oscuros callejones de la corrupción, enraizada con ferocidad en las fiscalías y el sistema judicial.

En la retórica de los grupos o sectores enfrentados, se abunda en argumentos que cuestionan o rechazan la reforma, también son vistos los posicionamientos de los radicales de la más deplorable oposición que se recuerde, desprestigiados, repudiados, pero firmes en la terca y clara intención de defender y cuidar sus intereses y de sus asociados nacionales y extranjeros. Hacen recordar la histórica pasividad y sometimiento a depredadores internacionales, a cambio delespaldarazo político y beneficios económicos.

En la otra esquina, la maquinaria del Estado, utilizando la aplanadora fabricada con los millones de votos de la última elección, en que se redujo al bloque opositor a su mínima expresión. Con la bandera de acatar el mandato popular, está a punto de atravesar la aduana y obtener la aprobación de la reforma constitucional.

Es la defensa irracional o el miedo natural y la resistencia a evolucionar, a cambiar por una necesidad evidente. Impostergable el saneamiento de la vida pública. Un esfuerzo colectivo que agradecerán o condenarán las siguientes generaciones. Por lo pronto el paso se dará, a pesar de la crispación e intentos de polarizar de los inconformes. Es de sabios reconocer cuando nuestras ideas no son aceptadas y adaptarse o sumarse a lo que venga. Son los nuevos vientos de cambio en este País. Aguardemos los procesos, consecuencias y  resultados. Hasta la próxima.

Septiembre 3de 2024

*Miembro de la Red Veracruzana de Comunicadores Independientes, A.C.

*Miembro de la Red de Escritores por el Arte y la Literatura, A.C.