Columnistas

Las dos pistas de Ana Guevara

Por: Alfredo Bielma Villanueva

En los Juegos Olímpicos de 2004 admiramos la hazaña de una joven sonorense que representando a México obtuvo medalla de plata en los 400 metros, esa velocista es actualmente la titular de la CONADE, la institución gubernamental encargada de apoyar el desarrollo del deporte en este país y de proporcionar apoyos a los deportistas de alto rendimiento para que participen competitivamente en eventos deportivos internacionales. Cuando en 2019 Ana Guevara fue designada al frente de la CONADE no hubo quien dudara de su desempeño a favor del deporte y los deportistas. Pero a la vuelta de seis años la decepción es generalizada por cuanto a su polémica actuación como servidora pública y los magros resultados en competencias olímpicas, completa la desilusión los desplantes de la señora Guevara. Acorralada por los cuestionamientos formulados por los medios de informativos Ana Guevara expresó: “Ningún chile les embona”, para los veracruzanos no resulta extraño porque ya la habíamos escuchado de otro nada ínclito representante de la CuartaT, el doctor Roberto Ramos Alor, cuando estuvo al frente de la Secretaría de Salud, que de análogos resultados a los de Ana Guevara sacó de su estéril repertorio discursivo esa expresión ante los cuestionamientos de la prensa local. Más aun, ya en el colmo de su despecho, Ana Guevara sorraja su irrespetuoso menosprecio: “lo que gano me lo trago, me lo unto, me lo visto como me da mi chingada gana”, ¿se atrevería a repetirlo ante los tribunales en caso de que se le formularan cargos por una supuesta desviación de recursos en la CONADE?

Porque los resultados en el deporte forman parte del bagaje que entrega su gobierno, el presidente López Obrador descarga el peso a Ana Guevara y califica su desempeño: “Bien, hizo lo que tenía que hacer, desde luego van a haber cuestionamientos, es natural”, a la vez, justifica los resultados de los Juegos Olímpicos de París atribuyendo culpas <“al periodo decadente” del neoliberalismo>, y de acuerdo a su metodología, politizó: “venimos de un periodo decadente de 36 años, imagínense un país donde un grupo, una pandilla de rufianes se dedica nada más a saquear”. Sin embargo, durante ese periodo “decadente” las preseas ganadas por deportistas de este país superan con mucho las cinco obtenidas en Paris.  Con su némesis, Felipe Calderón, en 2008 y 2012 en conjunto se consiguieron 12 medallas, tres fueron de oro, en contraste, durante el actual gobierno, en 2021 ganamos cuatro medallas, y en 2024, cinco, es decir, nueve en su conjunto, ninguna de oro. En el balance queda muy debajo de lo conseguido en el “periodo decadente”, porque en los Juegos Olímpicos de1968 se obtuvieron nueve medallas, de las cuales tres fueron de oro, tres de plata y tres de bronce. Lamentable, pero en el recuento Ana Guevara, por las razones que se quieran, no entrega buenas cuentas. O sea, en la pista deportiva Ana Guevara es atleta de excepción, en cambio, como servidora pública una diva sin méritos en su récord.