¿Se la quieren dejar a Rocío Nahle?
¿Y la plaza del Maestro Higareda?
Buen día apreciado lector:
“¿Dónde quedó la bolita?”; “¡juéguele!, ¡juéguele, adivine y gane!”, decían en mi pueblo los incautadores que los domingos y días festivos, sobre todo de quincena, con una mesa, una bolita y tres vasos que la cubrían y movían para todos lados querían fregarles su lana.
Eso parece estar sucediendo con el problema de la escuela preparatoria Antonio María de Rivera donde a partir del viernes 5 pasado, un grupo inicial de maestros, personal administrativo y padres de familia dio a conocer la –para ellos– injusta separación del plantel por parte de la SEV, del entonces director José Antonio Higareda Urdapilleta.
Todo comenzó a finales de febrero de este año, en apariencia por un problema administrativo en el que se le acusó de no haber entregado a la Dirección General de Bachillerato documentación y comprobaciones financieras, lo cual al poco tiempo desmintió absolutamente con pruebas contundentes de las que enteró a todo el plantel.
Con todo esto, a finales del mismo mes, sin más ni más, sin ser llamado a aclarar, sin posibilidad alguna de defensa, le llegó un cese definitivo firmado por sus superiores jerárquicos. El 6 de marzo, creyendo que la ley es la ley, que las pruebas le darían la razón, entregó en la oficina del Secretario, en la de la Oficial Mayor y la del Jurídico “Solicitud de Reconsideración del Cese”.
Ahh, el peine apareció a los pocos días, cuando Higareda recibió una notificación municipal donde se le comunicaba un tema de índole sobre su situación familiar del que no tiene caso entrar en detalles, pero del que finalmente se agarraron quienes sospechosamente urdieron la trama para perjudicarlo. Incluso mediante la filtración pública de su problema laboral.
Pero qué creen, Zenyazen, ya creo andaba en campaña urgido de votos y dijo “a mi que me esculquen, que lo averigüe Vargas mi sustituto, porque ese asunto está en la luna, o sea con Doña Selene, eso le corresponde a ella”; el del Jurídico como que sí, como que no, como que no pudo; y el caso es que se hizo saber que “la suerte estaba echada” y se supone, se dio por consumado el cese y el director dejó de recibir su sueldo como trabajador de la SEV. Lo curioso es que algún reportero, o reportera tan profesional como somos los periodistas, fue enterado de cosas que normalmente deben ser resguardadas con la debida discreción y profesionalismo.
Finalmente, en la escuela donde laboró por más de diez años, sus compañeros y padres de familia a los que se ganó con acciones comprobables que han puesto en alto el sólido prestigio de La Antonio matutina, quienes confiaban en una resolución positiva, decidieron tomar acciones en su defensa, luego de ser confirmado su arbitrario cese.
Pero el asunto seguramente va para largo porque –este reportero no lo cree– hay quienes aseguran que en la SEV los responsables no quieren saber nada; ¡ya vienen las vacaciones, no estén fregando!, ellos ya se van ¡y les vale!; seguramente la virtual gobernadora Rocío Nahle ha de estar muy feliz de ver los problemas que le van a dejar, ya le estará exigiendo a la nueva titular Claudia Tello que ya se ponga las pilas y lo resuelva a pesar de las vacaciones. Y por cierto, que cheque dónde o a quién. le quedó la plaza de Higareda. El reportero imagina se la van a devolver con la negociación que deberá haber.
A pesar de tanta bronca no hay que amargarse la vida, hay que vivir en paz y en armonía, cuide el agua, siembre arbolitos.