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Xóchitl y Pepe Yunes, gira exitosa

Por Alfredo Bielma Villanueva

Si dedujéramos el resultado electoral del 2 de junio en base a la asistencia y al bullicio de los respectivos mítines la inferencia nos conduciría a un triunfo de Xóchitl Gálvez y de Pepe Yunes en Veracruz, pero ese sería un parámetro bastante baladí si atendemos a la muy versátil psicología de las masas. De otra manera, si juzgamos un resultado electoral a partir del desempeño del gobierno en turno, la perspectiva pudiera conducirnos a conjeturar el triunfo o la derrota del partido en el gobierno según si la gestión pública fue exitosa o un desengaño. Este segundo enfoque parece acercarse más a la realidad, aunque debe acompañarse con otros elementos de juicio para una más precisa y correcta conclusión. Un elemento por considerar radica en el personaje que encarna la candidatura, pues es una condición de considerable peso, como ejemplo léanse las circunstancias de 1998 cuando en Veracruz el PRI echó mano de una carta atractiva para el electorado en la persona de Miguel Alemán Velasco. Para ese entonces el PRI ya había perdido la mayoría en el Congreso Federal, el gobierno del Distrito Federal y por lo menos cinco gubernaturas; el presidente Zedillo había desbalanceado al PRI con cinco relevos de su dirigencia nacional y el Fobaproa era un tema recurrente en la crítica oposicionista. Otro factor de no menor importancia por su impacto en el electorado y porque aporta elementos de ataque a la oposición consiste en el desempeño del gobierno en turno, si sus logros fueron pírricos será el caldo de cultivo en donde pescará la oposición sus obuses de campaña, en Veracruz este fenómeno lo vivimos en 2016 cuando por el desastroso gobierno de Duarte de Ochoa el PAN postulando a Miguel Ángel Yunes Linares ganó el gobierno estatal. Si fundamos una conclusión en esa lógica podríamos concluir hacia cual bando del cuadrilátero se inclinaría el triunfo electoral.Pero no es tan lineal ni tan simple porque mucho de lo que en el papel se bosqueja es susceptible de distorsionarse debido a la multiplicidad de factores que intervienen en la realidad. Por ejemplo, para muchos en este país la gestión pública de López Obrador ha quedado a deber, y en Veracruz el gobierno de Cuitláhuac García no cubrió las expectativas e incurrió en acentuado déficit ciudadano ¿por esta circunstancia debemos asumir que Xóchitl Gálvez triunfará en la elección presidencial y Pepe Yunes en la estatal veracruzana? En primera instancia la respuesta pudiera ser afirmativa, sin embargo, cuentan, y mucho, otras circunstancias: la personalidad y trayectoria del@ candidato@, el trabajo de las estructuras partidistas (no olvidemos la inefable simulación), el grado injerencista del gobierno en turno a favor de su partido, el recurso monetario puesto en juego para la movilización, la latente participación de agentes gubernamentales para favorecer a su partido, etc. en ese largo etcétera figura preponderantemente el grado de participación ciudadana porque se ha comprobado que el abstencionismo favorece al gobierno en turno y por el contrario una nutrida votación contribuye y propicia la alternancia. Concretamente: si comparamos las recientes visitas de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez a la entidad donde estuvieron acompañadas por los candidatos al gobierno estatal, si nos atenemos al entusiasmo despertado por unos y otros la brújula señalaría hacia Xóchitl y Pepe Yunes. Así se ve el panorama electoral actual veremos si se confirma el próximo 2 de junio.