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El bumerang de Rocío Nahle

Por: Alfredo Bielma Villanueva

En 2019, a iniciativa del gobernador Adán Augusto López, el Congreso local de Tabasco aprobó reformas al Código Penal de dicha entidad, estableciendo pena carcelaria a “quien obstaculice obras públicas o privadas”, la reacción ciudadana indujo a la intervención de las Comisiones Estatal y Nacional de Derechos Humanos, por cuya impugnación la Suprema Corte de Justicia de la Nación invalidó cuatro artículos de la referida reforma, conocida como “Ley Garrote”. Esta evocación viene a propósito de la subliminal amenaza implícita en la declaración del secretario de gobierno estatal: “vamos a revisar si Arturo Castagñé no evadió alguna ley” (quizás quiso decir “si no violó alguna ley) porque se refiere a la información relativa a la propiedad de la señora Roció Nahle en Boca del Rio. Esa declaración es en realidad una velada amenaza a Arturo Castagné, por haber descubierto ante la ciudadanía veracruzana un asunto puesto en el debate público, y es de interés general porque el personaje directamente involucrado en ese affaire participa en el proceso electoral como aspirante a gobernar a los veracruzanos, es decir, Castagné solo hace uso de su libertad para manifestarse conforme al interés ciudadano lo permite. Sobre cómo obtuvo la información exhibida, más que a Arturo Castagñe debieran remitirse a la fuente que resguarda esa información.

Es de imaginarse la molestia provocada por hacerse pública la información en comento, destacadamente porque está involucrada quien, previamente a su declaración radiofónica para negar enfáticamente la propiedad, habrá recibido la seguridad de que nadie había solicitado información al respecto y no existe constancia de haber sido extendida. Tal es la inferencia lógica para explicar la seguridad de Rocío Nahle al negar vínculos con la propiedad en El Estero. Pero en su enfática negativa calificó de mentiroso a su contrincante electoral, José Yunes Zorrilla, y lo hizo públicamente, encontrándose con la fehaciente respuesta de Castagñé, quien con testimonio y documento en mano demostró en qué lado está la mentira. Tremendo bumerang lanzó Rocío Nahle, el resultado confirma que en política el dilema entre aprovechar la oportunidad de quedarse callado o replicar en defensa propia, es asunto reservado para los grandes iniciados.