Prosa aprisa
Cuando el candidato del frente opositor Pepe Yunes va cuesta arriba y Rocío Nahle recibe muestras públicas de repudio, la candidata presidencial de su partido, Claudia Sheinbaum, la dejó sola y no acudió al acto inaugural de su campaña en el puerto de Veracruz.
Fue el segundo desaire que le hizo en menos de 15 días, pues antes, el domingo 17 de marzo, durante su visita al sur del estado como parte de su campaña, en Coatzacoalcos no solo no la subió para que la acompañara en el estrado, sino que la mantuvo alejada de ella, incluso atrás de unas vallas metálicas.
Con el pretexto de problemas de “agenda”, Sheinbaum se hizo a un lado cuando la zacatecana está envuelta en una serie de escándalos por el desenfrenado ritmo de vida de lujo que lleva, como vivir en una mansión cuyo valor lo estiman hasta en 50 millones de pesos, que desmiente el discurso de austeridad que proclama a los cuatro vientos el presidente López Obrador.
El mismo Andrés Manuel, como publiqué el 25 de marzo, en una conferencia mañanera que ofreció en Coatzacoalcos el viernes 23 del mes pasado, no metió las manos al fuego por ella y solo se limitó a responder que es honesta, cuando periodistas le preguntaron sobre la mansión que tiene en el fraccionamiento El Dorado, municipio de Alvarado.
En Prosa aprisa también comenté la versión del columnista de El Universal, Mario Maldonado, quien publicó el 20 de marzo que tanto AMLO como Claudia se distanciaron de Rocío, aunque por su relación con un presunto funcionario corrupto cercano a ella, a quien dejó colocado en la Sener, “al parecer relacionado con 21 propiedades y por lo menos 12.3 millones de pesos de patrimonio injustificado”.
La ausencia de la candidata presidencial no se explica, porque su triunfo obligadamente pasa por Veracruz, que tiene el cuarto padrón electoral más grande del país, con 5.9 millones de ciudadanos con identificación oficial en edad de votar, y en cambio prefirió ir al inicio de campaña en Puebla, que tiene un padrón electoral menor, de 4.8 millones de electores.
Si bien su ausencia ya la había adelantado el senador Gerardo Fernández Noroña, a quien envió como representante, de muy bajo nivel por impresentable, la propia Nahle la reconfirmó horas antes del mitin inaugural, en una conferencia de prensa que ofreció en el café de La Parroquia, conocida como de 200 años, en medio de una apabullante manifestación de repudio a su persona.
En esa conferencia, ante la pregunta qué respondía a los veracruzanos que cuestionan su origen zacatecano, respondió que “nada”, y sobre las propiedades que le adjudican tanto en El Dorado como en Villahermosa, Tabasco, aparte la de Coatzacoalcos, dijo que “no me voy a enredar en difamaciones”. Tampoco respondió por qué paga tan poco por consumo de energía eléctrica en su residencia de Coatzacoalcos.
Nahle tuvo el peor inicio de campaña que haya vivido un candidato a la gubernatura en la historia política de Veracruz, cuando en su primera actividad programada, una conferencia de prensa en el café La Parroquia, conocida como de los 200 Años, fue recibida con muestras de repudio de “¡Fuera!, ¡Fuera!, ¡Fuera!”, para nada un reflejo de los 40 puntos de ventaja que, según ella, le lleva a su contrincante Pepe Yunes.
El abucheo fue no solo para Rocío, sino también para el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien la impuso como candidata, para el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, quien la ha apoyado con recursos del erario, sin límite, y con acarreados, y para Morena en general, que con sus siglas y colores la avala.
El incidente, por otra parte, confirmó la falta de un equipo de campaña con oficio y experiencia, que no supo prever la expresión de repudio contra su persona, pero que tampoco supo reaccionar de inmediato tanto para tratar de contener la reacción de los medios, incluidos los de la Ciudad de México, como para hacer un control de daños.
Como corolario, ayer mismo en la tarde, con gran despliegue en su portal, el diario Excelsior publicó una nota con un encabezado llamativo que resume todo: “Rocío Nahle gasta 60 millones de pesos en 3 predios y dos mansiones”. En el subtítulo dijo que el pago lo hizo “en su mayoría en efectivo”. Se refiere a las escrituras que han sido publicadas, y al final de la nota le dan todo el crédito al empresario Arturo Castagné Couturier. A los dueños de Excelsior se les señala como aliados de López Obrador.
Luego del abucheo, salvo la diputada federal Rosa María Hernández Espejo, quien intento una defensa en las redes sociales, todos los que debían salir de inmediato en su apoyo la dejaron sola: el gobernador Cuitláhuac García Jiménez; el dirigente estatal de Morena, Esteban Ramírez Zepeta; el del PVEM, Marcelo Ruiz Sánchez; el del PT, Vicente Aguilar Aguilar; el de FxM, Gerardo “Tato” Vega Yunes; los candidatos al Senado Claudia Tello Espinosa y Manuel Huerta Ladrón de Guevara, así como los candidatos a diputados locales y federales, incluyendo a Bertha Ahued Malpica, José “Pepín” Ricardo Ruiz Carmona y Byron Barranco, de su distrito, quienes mejor se quedaron callados.
Hernández Espejo, a través de un video, dio su versión: “Cuando ella llega, desde que llegamos vimos gente muy rara que llegaron a ocupar mesas del café en un horario inusual, pero desde las 8 ya estaba casi lleno, muy fifí, ella llega se levantan de esas mesas a abuchearla a insultarla, a mi no me extraña, sabemos como actúan, pero no deja de dar pena ajena que pasen estas cosas en el puerto de Veracruz”. Pero fue la única, nadie más.
El inicio de sus campañas
A su mitin de arranque, en la Macroplaza del malecón del puerto, asistieron miles de Veracruzanos, muchos acarreados, y antes se reunió con los candidatos de su partido tanto al Senado como a las diputaciones federales y locales, aunque en la foto que ella misma subió en sus redes ya no se ve a la directora de El Dictamen, Bertha Ahued Malpica, quien había estado en la mañana en la conferencia de prensa y presenció y escuchó el abucheo, ni Dorheny García Cayetano. En cambio, en la foto se ve al presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín.
Por su parte, el candidato del frente opositor, Pepe Yunes, inició su campaña en el primer minuto del domingo con un festival “de la identidad”, en la Plaza Banderas del municipio de Boca del Río, en la que destacó la presencia de representaciones de todas las regiones del estado, una forma de reafirmar lo veracruzano para diferenciarlo de lo zacatecano ajeno al estado, que representa su oponente Rocío Nahle.
Pepe llamó a recuperar Veracruz, con un gobernador y un gobierno “de verdad”, en un acto en el que retumbó “La Bamba” como el himno de Veracruz que es y en el que un arpista del ensamble que se presentó, encabezado por el maestro Alberto de la Rosa, le preguntó: “¿Eres veracruzano?”, a lo que respondió con un: “Sí, lo soy”, y luego, de nuevo: “¿De verdad?”, y él: “Sí, lo puedo demostrar”.
En cuanto al candidato de Movimiento Ciudadano, Polo Deschamps, inició su campaña en la Huasteca Alta, Pánuco y Tantoyuca, en la que realizó recorridos a pie visitando, entre otros, centros de consumo popular para establecer relación directa con los huastecos de Veracruz.
Ahí criticó los actos masivos de campaña que realizaron sus adversarios, cuando, señaló, hay cinco millones de veracruzanos en la pobreza. Dijo que por ellos entró a la contienda, para mejorar sus condiciones de vida.
En su visita la acompañó la candidata al Senado, Angélica Sánchez Hernández, así como el dirigente estatal de MC, Sergio Gil Rullán.
Mientras, los Yunes azules trabajan como hormiguitas
Mientras, ajenos al ajetreo político, sin hacer ruido, el candidato al Senado del frente opositor, Miguel Ángel Yunes Linares, así como el candidato a diputado local Fernando Yunes Márquez, recorren el estado y se reúnen con políticos de las más diversas expresiones.
Ayer domingo publicaron en sus redes fotografías donde se les ve con, entre otros, Juan Lavín, Américo Zúñiga, Manuel Rosendo Pelayo, Segundo Grajales, Octavio Ruiz, Agustín Mollinedo, Rene Chiunti, la diputada Ángeles Aguirre, Viridiana Breton Feito y Natalia Calleja.