Hace 107 años, se promulgó la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, redactada por el Constituyente de 1917 y firmada por el Presidente, Venustiano Carranza.
En ella, respecto de la Constitución de 1857, se suprime la reelección presidencial, desaparece la Vicepresidencia, se ratifica el sistema de elecciones directas, se da mayor autonomía al Poder Judicial y más soberanía a los Estados.
La Constitución Mexicana, una de las más antiguas del mundo, también es una de las más reformadas.
Según el Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, los artículos más reformados, hasta 2018 , han sido 4 : el 73 ( facultades del Congreso) el 123 ( trabajo) el 27 (régimen de propiedad) y el 89 (facultades del Ejecutivo).
Estos 4 artículos, se han modificado a ese año (2018), 144 veces que representa el 20% del total de veces que se ha reformado la Constitución, insisto, a esa fecha.
Sin tomar en cuenta las modificaciones recientes, (2018-2023), ahora tenemos un nuevo menú de iniciativas para reformarla.
Ese menú o miscelánea de iniciativas, que anunció el Presidente Andrés Manuel López Obrador, es otro intento de hacer a pleno sol que, su candidata Claudia Sheinbaum, de ganar, haga un reciclaje de la 4 T.
Estás 20 iniciativas, serán la cartilla que Sheinbaum, deberá repetir durante su campaña electoral .
Está candidata del Movimiento Morena, se ahorró de tener que arrastrar el lápiz. López Obrador le hizo la tarea, pero se la hizo para él.
En la elaboración de la Constitución de 1917, participaron primero, en la Asamblea Constituyente, 220 delegados de todos los Estados , entre ellos, abogados, maestros, campesinos, mineros, artesanos y 219 diputados firmaron el Congreso Constituyente .
Hoy, el Presidente López Obrador, quiere hacer otra, pero él solito.
Su obsesión es pasar a la historia y seguro que lo logrará, sí, pero como el peor de los mandatarios que México haya tenido hasta hoy .
Siempre anteponiendo su interés de concentración de poder, lo ha hecho, pasando por encima de los 179 mil cadáveres de mexicanos asesinados y 800 mil cadáveres de fallecidos por mala atención médica durante la pandemia del COVID 19 .
Pobre hombre, el tiempo se le va entre los dedos, su lista de iniciativas, como dijo alguien: “es una trampa de escape al futuro”.
Hombre con nula paciencia, sobrada soberbia e impermeable al consejo, detesta las opiniones en su contra, y los contrapesos, de ahí que quiera desmantelar a uno de los tres Poderes de la Unión: La Suprema Corte de Justicia de la Nación y en su lugar, poner un grupo de abogados incondicionales.
López Obrador quedará mucho a deber, dejará un país bañado en sangre y libre a la “gobernanza criminal”.
Su gobierno que con dádivas mantiene a su base electoral, es un gobierno para izquierdear, que significa según la Real Academia Española: apartarse de lo que dicta la razón y el juicio; prefiere que esa base costumbrista, sin opciones de desarrollo personal, acabe por matar sus propias aspiraciones.
Con sus peroratas mañaneras, el Presidente asfixia la discusión política y mete presión a las oposiciones.
López Obrador ha contribuido si, al desmantelamiento del tejido democrático, por eso insiste en la desaparición de los Órganos Autónomos y la Suprema Corte pues los contrapesos le enferman.
El Presidente López Obrador quiere cambiar una Constitución por otra, pues con ello, lo que persigue es un cambio de RÉGIMEN POLÍTICO; llamémosle por su nombre: populismo estatista de mentira, engaño y traición .
¡Digamos la Verdad!