CAFÉ DE MAÑANA
El entendimiento entre el recurso humano (empleados en todos los niveles) y sus superiores (jefes en toda proporción) de haber sido carente durante el periodo de casi seis años de gobierno y régimen por terminar, puede ser a favor o en contra, en términos de votos y sufragios en una jornada electoral, y como ejemplo hay muchos episodios en Veracruz.
Urnas y casillas instaladas en los núcleos poblacionales -sea en fraccionamientos o colonias- donde habitan volúmenes de importancia y rentabilidad de los trabajadores y trabajadoras de las oficinas públicas, que junto con sus familias están en edad de votar, en recientes tiempos en sitios como Xalapa, suelen no sufragar por las candidatas y los candidatos que son afines a sus superiores (jefes) y a quienes incluso promueven.
Ese termómetro de medición en la conducta en términos de los afectos y efectos por concepto de sostener una buena relación laboral e incluso, extra laboral, parece transitar por una delgada frontera de la convivencia, y que estará a prueba -entre otras- en la actualidad.
Es de reconocer que existen en más o menos, situaciones donde hay una falta de entendimiento entre los empleados y sus superiores, y los psicólogos en la materia aseguran que en la mayoría de las ocasiones el motivo está relacionado con la falta de aprecio entre las dos partes, pero también se entiende que la superioridad como líder al estar a la cabeza de un grupo de trabajo, deben tender el puente que lleve a los empleados a sentirse valorados en el y por su trabajo, situación que los haga sentirse comprometidos y evitar sentimientos de frustración, y que de no cuidar en la relación resulta desagradable y también influye negativamente a la hora de las votaciones.
En la regla universal, todos los empleados que son felices en el trabajo – entendiendo la estrecha convivencia laboral – asumirán más responsabilidades con un rendimiento mayor, y dispuestos a cooperar con su voto y el de su familia y amigos, al solicitarlo el superior que le entiende y ayuda en una saludable relación.
Hay firmas que atienden a las oficinas de gobierno y empresas privadas, tal es caso como la holandesa Top Employer y otros como El Centro de Investigación Gallup, que aseguran que sólo el 13 por ciento de los empleados se sienten comprometidos con la superioridad, lo cual es muy bajo.
En el caso de Veracruz, se sabe que poco o casi nada se hace desde las áreas administrativas a través de Recursos Humanos para evaluar y analizar buenas prácticas con el personal, y que lleve a estimar una convivencia favorable que incluso alcance a permear en los familiares de ese músculo de trabajo.
Pero para qué adivinar lo que se va a saber, decía Don Adolfo Ruíz Cortines.
DE SOBREMESA
En distintos lugares de reunión, -en lo público y privado-, la actual comunidad burocrática suele expresar incomodidad y hasta rechazo -en menor escala- al trato de sus jefes y superiores.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
En una dependencia (secretaria de despacho) la remodelación de instalaciones llevó a remover al personal temporalmente a una oficina rentada, pero les pidieron que buscarán apoyo para el pago de renta provisional de sólo unos meses, transporte del equipo de oficina y atención al público, y hasta algún arreglo al inmueble arrendado. Y más allá de que es responsabilidad presupuestal de las áreas administrativas y sus oficinas de recursos materiales y servicios generales, así debió haberse programado y además, lo aprobó el Congreso del Estado en el presupuesto de egresos 2024, y es observable y puede llevar a responsabilidades, pero también genera desarmonía en la relación y convivencia entre empleados y superiores.
UN CAFÉ NEGRO VERACRUZANO
El aprecio permanente al recurso humano por superiores, en la época electoral estará a prueba.
¡ ES CUANTO !
José Luis Enríquez Ambell
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Secretario General de la Federación Auténtica de Trabajadores del Estado de Veracruz (FATEV – JLEG) Registro Federal del Trabajo # 5844 y Director General de la Consultoría y Asesoría Integral AECAI Torre Ánimas en Xalapa, Ver.