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Rocío Nahle y sus circunstancias

Por Alfredo Bielma Villanueva

En la pugna electoral presente en la entidad veracruzana la señora Rocío Nahle es la candidata de Morena al gobierno veracruzano, es destacable porque de ser un personaje desconocido en la entidad hace solo seis años ahora pugna por convertirse en gobernadora de Veracruz. Ella surge a la escena política gracias al fuerte posicionamiento de Morena como partido emergente, porque antes del hito electoral de 2018 el nombre de Rocío Nahle no aparecía en el firmamento político estatal. Morena la postuló en 2018 como candidata al senado y gana gracias al empuje arrollador de López Obrador y es senadora, rinde protesta como tal y enseguida ¡zas! es designada ¡secretaria de Energía! en el gabinete presidencial. No es inédito ese salto, otros muchos han habido, pero en este caso se trata de un súbito desplante del sótano a la cúspide política sin haber tenido previamente alguna experiencia en el servicio público. La Secretaría que la señora Nahle tuvo a su cargo es una de las más importantes en el esquema de la administración pública federal, el presupuesto a su disposición es de los más elevados en el presupuesto de egresos de la federación, su manejo y aplicación requiere de mucho control y vigilancia para evitar distorsiones perniciosas, que lamentablemente en esta caso las hubo, según detectó la Auditoría Superior de la Federación, a su tiempo sabremos quien o quienes resultan responsables de esas travesuras. Debemos enfatizar que la señora Nahle poco tiempo tuvo para atender al Sector bajo su encomienda, porque el presidente le encargó la construcción de la refinería de Dos Bocas. Y allí hay otro hoyo negro difícil de explorar porque de 8 mil millones de dólares que dijeron costaría ya se destinaron más del doble. Caso sui géneris porque se ha inaugurado dos veces, pero aun no entra en operación, en julio el presidente dijo que a fines de enero ya estaría produciendo y ahora la fecha se prorrogó a fines de febrero. Cosas Veredes Mio Cid.

Pero lo más intrigante del proceder de la ingeniera Nahle, radica en que desde el arranque del sexenio fue mencionada como posible candidata al gobierno veracruzano en 2024 y no se haya preocupado por visitar estratégicamente la entidad veracruzana, gestionando desde su posición de privilegio en el esquema del mando federal mejoras a la infraestructura carretera de la entidad, cabildeando con grupos de ciudadanos veracruzanos la introducción de drenajes y dotación de agua entubada, o al menos resolver para la ciudad en donde vive, Coatzacoalcos, el problema del suministro de agua a la población que tiene en los vividores de la Presa Yuribia en Tatahuicapan una espada de Damocles ¿porqué no lo hizo cuando pudo?  Y ya para concluir que al menos se hubiera interesado en conocer la división política de Veracruz, las diversas etnias que integran su población indígena, el grado de marginación de muchos de sus municipios, el estancamiento de la producción agropecuaria, el nulo avance en materia industrial. Pero todo eso es ya a toro pasado, de allí que deba pesarle ofrecer mejoras porque cuando pudo no parece haberlas intentado. De allí su camino cuesta arriba.