Columnistas

La salida de Godoy y sus consecuencias

Por Mario Javier Sánchez de la Torre

O P I N I O N

El pasado martes 9 del presente mes, la nefasta fiscal de la Ciudad de México (CDMX) Ernestina Godoy rindió su último informe de labores de su cargo, en el cual trato de justificar su penosa salida de la importante dependencia.

Después de retrasar mañosamente la votación de ratificación o no, de “Tina” Godoy – como le dicen sus muy allegados- por parte de los legisladores morenistas del Congreso de la Ciudad de México hasta este año, con todo y las presiones que se hicieron a dos diputadas priistas, solamente lograron tener a favor de la ratificación 41 de los 44 votos necesarios para obtener mayoría calificada, en contra de los 25 que tuvo el grupo opositor, por lo que no pudieron mantener en el codiciado cargo a la cuestionada Fiscal de la CDMX por 4 años más.

Situación que quiéranlo aceptar o no los integrantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), forma parte de la debacle que para este partido político inició en la CDMX desde el año 2021, con la estrepitosa perdida que tuvo el gobierno de Claudia Sheinbaum en las 16 alcaldías del antiguo Distrito Federal.

Pues en ese tiempo, que se puede considerar uno de los momentos en que la administración de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) estaba gozando de sus mejores momentos, la deficiente forma de gobernar una de las ciudades más grandes del mundo, los llevó irremediablemente a esa gran perdida de alcaldías y por tanto de posiciones políticas en esa poblada zona de México.

Por lo citado podemos considerar que la penosa salida de la negativa Fiscal de la CDMX, es la continuación de las derrotas por la equivocada forma de gobernar de la autollamada cuarta transformación (4T).

Situación que han tratado de solucionar en su favor, violentando la reglamentación interna de la Fiscalía General de Justicia (FGJ) de la CDMX, al no permitir que Oliver Ariel Pilares V. coordinador General de Investigación, ocupara el cargo como lo indica esa reglamentación interna y en su lugar hayan habilitado en forma nada transparente y atropellada muy torpemente al sociólogo Ulises Lara López, que fungió como vocero de la dependencia y no curso la carrera de licenciado en derecho. Situación que también torpemente han tratado de remediar, otorgándole un doctorado de una escuela patito de la delegación Iztapalapa, llamada Universidad Cúspide de México, que todo parece indicar es propiedad de un ex chofer de su nuevo jefe, Martí Batres Guadarrama. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el viernes.