Columnistas

Escenario mexicano: corrupción, impunidad y violencia

Por Alfredo Bielma Villanueva

Grave lo que ocurre en Ecuador, hasta el presidente de México manda mensajes deseando paz para el pueblo de aquel país hermano, por su parte, los medios de comunicación han sido pródigos en análisis y comentarios acerca de la fuga de un capo de la droga del reclusorio donde estaba internado, haciendo énfasis en su liga con cárteles mexicanos. Pero esa es parte de la viga que en México cargamos hace ya algunos años con el amenazante designio de ser cada día más pesada, sin que notemos una genuina intención de las autoridades para evitarlo. Este escenario se corresponde con el proceso electoral 2024 por el cual se juega el futuro de generaciones enteras de mexicanos y está a cargo de la ciudadanía escoger entre un continuismo gubernamental o un sustantivo viraje. Temas de subrayada actualidad en tiempos electorales son el de la inseguridad y la corrupción; cabe en este último el asunto de la periodista Sanjuana Martínez quien publica en La Jornada que, después de la extinción de Notimex, le condicionaron su liquidación laboral con el pago de un “moche”, soborno cuyo presunto destino sería la campaña de Claudia Sheinbaum; el periodista Carlos Loret de Mola acaba de disparar su segundo misil sobre “El Clan” poniendo al descubierto los negocios de uno de los hijos del presidente, avala su aserto con audios y videos. Y mientras crece el rosario de temas revelando que la corrupción sigue vigente adosada a la impunidad, la violencia sigue cobrando vidas y los grupos delincuenciales ganándole territorio al Estado Mexicano.

Corrupción e inseguridad son expedientes de cuya solución inmediata estuvo colmada la esperanzadora retorica del actual presidente de la república en su fase de candidato a ese cargo, sin embargo, pronto abandonó ese paradigmático objetivo al “implementar” la “estrategia” de Abrazos, no Balazos y dejar a un lado la transparencia en la adjudicación de contratos para obra pública y adquisiciones por privilegiar la adjudicación directa y discrecional. Como no existe corrupción sin impunidad esta se trasluce claramente en el caso de SEGALMEX y Dos Bocas plagadas de irregularidades en la aplicación del recurso público. Acá en la aldea veracruzana está fresco el caso de Radio y Televisión de Veracruz, un órgano desconcentrado que vive del recurso público federal y estatal pero inclina su charola de servicios a transmitir en vivo un evento de campaña de Rocío Nahle, candidata de MORENA al gobierno de la entidad, un desliz tipificado como delito pero el director de ese medio de comunicación aún permanece en su puesto, agazapado, esperando que el tiempo cubra su falta, y así podría ser por la hasta ahora omisa actitud del OPLE. Por todo esto y más, es común escuchar que no debemos permitirles a los políticos la amplia libertad de que ahora gozan para decidir los asuntos que a todos nos involucran”, que la ciudadanía debe intervenir, se dice. Pero es vana ilusión porque nuestros políticos son fiel expresión de la sociedad ya que provienen del mismo seno social que nos cobija, o sea, son nuestra creación. Entonces, para resolver ese fatalismo, queda a cargo de la ciudadanía elegir a los mejores ciudadanos (o menos malos) para la actividad política. 2024 nos proporciona otra oportunidad para así hacerlo.