Columnistas

Dante y MC van con Álvarez Máynez

Por Alfredo Bielma Villanueva

Asemejar el destape de Jorge Álvarez Máynez como candidato de Movimiento Ciudadano a la presidencia de la república con el famoso “parto de los montes” sería una falta de respeto hacia el distinguido político que abandera ya la causa (la que esta sea) del partido naranja. Sin embargo, debemos reconocer que Álvarez Máynez no fue ni la primera ni la segunda opción de Dante Delgado para la presidencia de México, y que ciertamente no se configura como un candidato del tipo “disruptivo” que tanto alardeaban en ese partido. Ahora, lo preocupante para quienes dirigen MC radica en subsanar la inconformidad surgida a su interior según se advierte por las declaraciones de Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, quien prácticamente se ha deslindado de ese destape. O quizás lo marginaron, porque se presta a la especulación el que haya sido el gobernador de Nuevo León quien “destapara” a Álvarez Máynez y no el de Jalisco, la tercera fuerza electoral del país. Como quiera verse, a Dante Delgado no le salió bien su jugada de convertir a su partido en la segunda fuerza política de México, desde el frustrado impulso del Colectivo Ciudadano por México que ayudó a construir con vistas de convertirlo en plataforma ciudadana de MC, porque fue notorio que muchos de los personajes que figuraron en ese Colectivo, Narro y Cuauhtémoc Cárdenas entre ellos, no secundaron el propósito de Dante de identificar ese Colectivo Ciudadano con el partido MC. Después del fracasado intento de candidatear a Samuel García, Dante se decide por Álvarez Máynez, a quien toca hacer la lucha por superar el porcentaje de votos superior a un dígito para MC, una meta que no parece estar a su alcance.

Y ya en esa pendiente, tal vez postulará en Veracruz a su Coordinador estatal, Gil Rullan, un candidato tampoco “disruptivo”, a quien por cierto en un intercambio de opiniones ciudadanas un empresario restaurantero hizo una apuesta, que ganaría Gil Rullan en caso de alcanzar una votación de dos dígitos en Veracruz. Pero, en caso de confirmarse esta postulación, Gil Rullan subirá al ring con clara desventaja ante quienes ya son precandidatos de la coalición opositora y de Morena, y participará buscando conservar el registro de su partido en Veracruz para no reeditar su perdida, como sucedió en 2015. ¿Le alcanzará el fuelle para convertirse en esquirol electoral? Nadie puede asegurar que MC participará con esa intención, sin embargo, las circunstancias de esta disputa electoral, ya permeada por el fantasma de una elección con piso muy disparejo inducen a esa pecaminosa suposición.