La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó su profunda preocupación por la escalada del “alto número” de periodistas palestinos que han perdido la vida en la Franja de Gaza, en particular, tras el reciente fallecimiento de dos destacados reporteros durante un ataque atribuido al ejército israelí. Hamza Wael Dahduh y Mustafa Thuraya, ambos periodistas, perdieron la vida en circunstancias trágicas mientras llevaban a cabo su labor informativa en la zona, según informó la oficina el lunes.
La entidad de la ONU instó de manera enfática a que los asesinatos de todos los periodistas, incluyendo estos dos casos mencionados, sean sometidos a una investigación exhaustiva e independiente. El objetivo de dicha investigación sería garantizar el estricto cumplimiento del derecho internacional, y en caso de encontrar violaciones, asegurar que se lleve a cabo un proceso justo y que se haga justicia.
Desde el inicio del conflicto entre el movimiento islamista Hamas e Israel en la Franja de Gaza, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) reporta que al menos 79 periodistas y profesionales de los medios han perdido la vida. Este sombrío recuento destaca la peligrosidad de la situación para quienes desempeñan el vital papel de informar en zonas de conflicto.
La cadena de televisión catarí Al Jazeera informó el domingo que dos de sus periodistas palestinos, Hamza Wael Dahdouh y Moustafa Thuraya, perdieron la vida en un bombardeo israelí dirigido contra su vehículo en Gaza. La cadena acusó al ejército israelí de apuntar deliberadamente contra periodistas palestinos, generando un fuerte repudio y preocupación a nivel internacional.
El ejército israelí, en respuesta, declaró a la agencia de noticias AFP que llevó a cabo el bombardeo debido a que “atacó a un terrorista que pilotaba un artefacto volador que suponía una amenaza para las tropas”. Asimismo, afirmó estar al tanto de informes que indicaban que otros dos sospechosos que viajaban en el mismo vehículo también resultaron afectados durante el ataque.
La violencia continua en la región ha generado no solo una crisis humanitaria, sino que también ha puesto de manifiesto la precaria situación en la que se encuentran los periodistas que buscan documentar los eventos en medio del conflicto, arriesgando sus vidas para proporcionar información crucial al mundo.