La Franja de Gaza se ha transformado en el lugar más peligroso del mundo para los niños, según la denuncia realizada por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en medio de la intensificación de la ofensiva del Ejército de Israel en este enclave palestino, donde ya se han contabilizado más de 19,600 muertes. James Elder, portavoz de UNICEF, declaró desde la sede de la organización en Ginebra que la “brutal realidad” de la población civil en la zona se consolida a medida que el conflicto avanza.
Elder destacó que el hospital Al Nasser, ubicado en Jan Yunis, ha sido bombardeado en dos ocasiones en las últimas 48 horas, lamentando que este centro albergue no solo a un gran número de niños heridos en ataques previos sino también a cientos de mujeres y niños en busca de seguridad. Además, expresó su preocupación por la falta de lugares seguros para las familias, ya que los hospitales y refugios tampoco ofrecen garantías, y las llamadas “zonas seguras” establecidas unilateralmente por las fuerzas israelíes carecen de seguridad según el Derecho Internacional Humanitario.
El portavoz subrayó que estas áreas solo pueden considerarse seguras cuando están libres de bombardeos y cumplen con condiciones humanitarias básicas. Sin embargo, en las actuales condiciones de asedio, estas zonas son pequeñas y carecen de recursos esenciales como agua, alimentos, refugio contra el clima adverso y saneamiento, lo cual es fundamental para prevenir enfermedades.
La falta de acceso adecuado a agua y saneamiento en Gaza es alarmante, con aproximadamente un retrete por cada 700 niños y familias. Elder advirtió sobre la creciente incidencia de enfermedades diarreicas y respiratorias agudas, con más de 100,000 casos de diarrea infantil y más de 150,000 de enfermedades respiratorias agudas registradas, cifras que probablemente subestiman la realidad. En este contexto, el aumento de la desnutrición infantil convierte las enfermedades diarreicas en amenazas mortales, y Elder alertó que, sin un alto el fuego humanitario que proporcione acceso a agua, alimentos y saneamiento, las muertes infantiles por enfermedades podrían superar a las causadas por los bombardeos, una realidad dolorosamente consciente para los padres en Gaza.