El gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, rubricó un conjunto de leyes antimigrantes, destacando la SB4, considerada una de las más rigurosas en la historia de Estados Unidos. La SB4 otorga a la policía la autoridad para detener y deportar migrantes sin el debido proceso legal.
El evento de la firma tuvo lugar en Brownsville, Texas, con la construcción del muro fronterizo como telón de fondo. El paquete de tres leyes fue aprobado durante las sesiones extraordinarias de la Legislatura, como respuesta a lo que Abbott percibe como una política de “fronteras abiertas” por parte del presidente Joe Biden.
La SB4, conocida por ser una de las leyes antimigrantes más severas, convierte en delito menor el ingreso irregular de un extranjero al estado. La reincidencia puede ser castigada como un crimen grave, con una pena de hasta 20 años de prisión. La ley también permite la expulsión sin un proceso judicial formal y otorga a los oficiales de policía la discreción de arrestar y deportar a aquellos a quienes sospechen de ingresar ilegalmente al país.
Abbott justificó la firma de la ley con el objetivo de frenar la oleada de ingresos ilegales a Texas y señaló que durante la administración de Biden, más de ocho millones de migrantes han cruzado la frontera. Aunque activistas expresan preocupación sobre el posible perfilado racial y otros efectos negativos, Abbott asegura que la aplicación de la ley se centrará en la frontera.
El gobernador también firmó otras dos leyes, incluida la SB3, que asigna 1.540 millones de dólares adicionales para la construcción del muro fronterizo y operaciones de seguridad. Otra ley crea una pena mínima de 10 años para aquellos condenados por tráfico de migrantes.
Abbott criticó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, acusándolo de exponer a los migrantes a torturas y violaciones. A pesar de posibles desafíos legales y el rechazo de grupos promigrantes, Abbott ha consolidado su poder en Texas, promoviendo su agenda antimigrante y desafiando al Gobierno de Biden.