En un contexto de tensiones territoriales entre Guyana y Venezuela, la Embajada de Estados Unidos en Guyana anunció el jueves que realizará a cabo ejercicios aéreos en colaboración con la Fuerza de Defensa de Guyana. Este anuncio llega en medio de la reciente desaparición de un helicóptero guyanés en la frontera con las fuerzas militares venezolanas y cuatro días después de un referendo en Venezuela sobre el territorio Esequibo, una zona rica en petróleo y administrada por Guyana, intensificando así las ya existentes. tensiones bilaterales.
Según el comunicado oficial de la embajada estadounidense, las operaciones de vuelo se llevarán a cabo el próximo 7 de diciembre en territorio guyanés. Estas actividades se presentan como parte de compromisos y operaciones de rutina destinadas a mejorar la asociación de seguridad entre Estados Unidos y Guyana, además de fortalecer la cooperación regional en materia de seguridad.
El referendo en Venezuela ha agudizado las disputas entre ambos países respecto al territorio Esequibo, que ha sido objeto de conflicto durante más de un siglo. En este contexto, Estados Unidos subraya su compromiso continuo con Guyana, no solo en el ámbito militar, sino también en áreas como la preparación para desastres, la seguridad aérea y marítima, así como la lucha contra las organizaciones criminales transnacionales.
Por otro lado, el gobierno venezolano responsabiliza al presidente de Guyana, Irfaan Ali, acusándolo de dar “luz verde” a la presencia del Comando Sur de Estados Unidos en el Esequibo. Según un comunicado de la Cancillería venezolana, esta acción se percibe como irresponsable, especialmente considerando la ocupación de facto que Guyana mantiene en la región. Venezuela sostiene que el Esequibo forma parte de su territorio desde la época colonial y aboga por el acuerdo de Ginebra de 1966 para buscar una solución negociada, desestimando la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), a la cual Guyana pretende recurrir para ratificar el laudo de 1899 que definió los límites actuales y que Venezuela no reconoce. Este punto último agrega un elemento adicional de complejidad a la ya tensa situación entre los dos países sudamericanos.