ALMA GRANDE
Señor Presidente:
He sido sujeto de espionaje, a pesar de que usted afirma que en esta administración “no espiamos a nadie, no escuchamos teléfonos de nadie”, sin ser sospechoso de ningún delito ni haber sido acusado de ninguna infracción, mi vida privada forma parte del contenido de los reportes que realizaron dos escoltas nuevos que fueron infiltrados, que me proporciona el Servicio de Protección Federal, empresa descentralizada, a través del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas, dependiente de la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, de la Secretaría de Gobernación.
Sin duda, Presidente, lo engañan. A mí se me ha espiado, desde meses atrás, a través de los escoltas, con el fin de quitarme la protección. Seguramente estaba en la mira de la Inquisición del mecanismo llamado Junta de Gobierno, que encabeza Enrique Irazoque, porque años anteriores había ganado un amparo para que no lo retiraran, el fallo, por unanimidad, de la Suprema Corte fue que se me regresara el servicio.
Esta vez hicieron todo lo posible para retirarlo y utilizaron acusaciones disfrazadas de apercibimientos para deshacerse de mi protección. Primero, por voz de uno de los escoltas designados a mi protección señaló que le solicité cuidar mi casa lo cual no es real. Esta acusación realizada por un escolta nuevo en mi servicio de protección, provocó que se me apercibiera por primera vez el 22 de agosto del presente año; a menos de un mes y con fecha 15 de septiembre, otro escolta de nuevo ingreso dio a conocer motivos falsos para un segundo apercibimiento, porque es de todos sabido que para cubrir el requisito de recibir dos de estos documentos en mi expediente, la protección podría ser suspendida, y fue así como lo determinó el Mecanismo finalmente, basado en versiones personales de dos elementos que nunca habían trabajado conmigo antes de estas fechas.
Presenté mi inconformidad el 6 de octubre de 2023, solicitando la revisión de mis acusaciones que negué rotundamente por ser falsas. A pesar de que existe un atentado contra uno de mis escoltas, donde uno de los guardias fue asesinado, un antecedente de amparo, y debo subrayar que soy una persona de 87 años de edad, en servicio activo en el periodismo.
Finalmente, se me notificó que se me retiraba la protección y que en un lapso de 12 meses volvería a ser evaluado para considerar la decisión.
Ahora, a través de acusaciones anónimas, supuestamente de uno de mis escoltas, existen malos tratos de mi parte hacia ellos, cuando en los casi 10 años con la protección del Mecanismo nunca ha habido queja al respecto.
Es por ello que el Servicio de Protección Federal, tiene sus espías a través de sus escoltas, quien, al dar santo y seña de las actividades de los protegidos por el Mecanismo, se considera mi actividad profesional como no válida para continuar con este servicio del que depende mi vida.
Mientras el mecanismo realiza labores de espionaje, decenas de periodistas y defensores de derechos humanos son asesinados a lo largo y ancho del territorio nacional.
A pesar de sus discursos que hace cada mañana sobre el respeto a la libertad de expresión, respeto a la privacidad y a la libertad de las personas, lo único real es que lo engañan, haciéndolo quedar mal, porque pareciera que quien miente es usted.
Debe tomarse en cuenta que la designación de los escoltas que distribuye el Servicio de Protección Federal, no sólo custodia a defensores de derechos humanos, y periodistas, sino a jueces, diplomáticos, ministros y magistrados, lo cual se convierte en un conflicto grave este tipo de espionaje.
PEGA Y CORRE.- Zoé Robledo, Director General del Instituto Mexicano del Seguro Social, aseguró en la 114 Asamblea General Ordinaria, que la institución tiene “finanzas sanas”, informó que en 2019 recibió al IMSS con “215 mil millones de pesos en reservas, hoy tenemos 425 mil millones de pesos, un aumento de 97 por ciento”…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.