La ciudad de Múnich, en Baviera, Alemania, se ha visto sumida en el caos a raíz de intensas nevadas que han paralizado la vida cotidiana y afectado gravemente los sistemas de transporte. El Aeropuerto Internacional de Múnich se vio obligado a cerrar hasta el domingo por la mañana, ya que más de 40 centímetros de nieve cubrieron la región, generando una serie de desafíos para residentes y viajeros.
Las autoridades alemanas emitieron un aviso federal instalando a la población a permanecer en sus hogares y evitar desplazamientos innecesarios. Las condiciones climáticas extremas, junto con suelos resbaladizos y una acumulación significativa de nieve, llevaron a la policía de Múnich a aconsejar enérgicamente a las personas que eviten salir a menos que sea absolutamente necesario.
El tráfico aéreo se vio fuertemente afectado, con la cancelación de 760 vuelos programados y aviones quedando congelados en la pista del aeropuerto. Incluso el partido de fútbol entre Bayern Múnich y Unión Berlín tuvo que ser cancelado debido a las condiciones peligrosas en el Estadio Allianz Arena, totalmente cubierto por la nieve.
Un hecho destacado fue la situación crítica de varios aviones con destino a Dubái para participar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2023 (COP28). Los pasajeros, ansiosos por llegar a la conferencia sobre el calentamiento global, quedaron atrapados en el aeropuerto de Múnich debido a las fuertes nevadas.
Aunque el aeropuerto de Múnich ha reanudado parcialmente sus operaciones, con dos tercios de los vuelos programados realizándose, se anticipa que las restricciones en el tráfico aéreo persistirán. Se aconseja a los viajeros que verifiquen el estado de sus vuelos antes de dirigirse al aeropuerto debido a las condiciones climáticas adversas que aún prevalecen en la región.
