La Ciudad de Nueva York experimentó un cambio notable en su paisaje urbano con la llegada de la primera nevada en 652 días, marcando un evento significativo después de un período prolongado sin la presencia de nieve en sus calles. Este fenómeno meteorológico, que tiñó la ciudad de blanco, generó tanta sorpresa como precaución por parte de las autoridades, quienes instaron a los ciudadanos a tomar medidas preventivas debido a factores como la reducida visibilidad, pavimentos resbaladizos y vientos fuertes, alcanzando velocidades de aproximadamente 56. kilómetros por hora y con la posibilidad de intensificarse en las próximas horas.
Aunque ciudades como Nueva York, Filadelfia y Washington suelen experimentar sus primeras nevadas importantes en diciembre, esta reciente capa de nieve en la Gran Manzana representó un hito tras casi dos años sin que la ciudad se viera envuelta en este fenómeno meteorológico. Las autoridades, recordando los desafíos previos asociados con las nevadas, hicieron hincapié en la importancia de que los ciudadanos tomen precauciones adicionales, especialmente considerando los trágicos eventos del año pasado que resultaron en pérdidas humanas.
Para contextualizar este acontecimiento, se destacó que la última nevada en la ciudad de Nueva York data del 13 de febrero de 2022, cuando se registraron 4.06 centímetros de nieve en Central Park. Este episodio no solo rompió el récord anterior de 383 días sin una nevada significativa, establecido en marzo de 1998, sino que también marcó un período excepcionalmente prolongado sin este fenómeno invernal.
Filadelfia, por su parte, había experimentado su última nevada considerable hace 667 días, anotando 2,54 centímetros de nieve, y superando su récord anterior de 661 días, que se remontaba a 1973.
A pesar de este inusual período sin nevadas, se emitió una advertencia de tormenta invernal a lo largo de las costas de los lagos Erie y Ontario, compartidas por Estados Unidos y Canadá. Estos lagos, que forman parte de los cinco Grandes Lagos, se encontraban en la trayectoria de la tormenta, y se anticipaba que esta impactaría la región en la noche del lunes al martes, agregando un elemento adicional a las condiciones climáticas desafiantes.
Ante la posibilidad de complicaciones viales, la Asociación Americana de Automóviles tomó medidas preventivas, informando que sus equipos ya se encontraban trabajando en las calles para evitar retrasos y accidentes. Además, hicieron un llamado a la población a solicitar asistencia en caso de encontrarse en zonas con prohibición de conducir, varados al borde de la carretera o en situaciones de emergencia. Se subrayó que los usuarios afiliados que se encontraran en las carreteras recibirían servicio prioritario sobre aquellos que estuvieran en sus hogares o en lugares seguros, enfatizando la importancia de la seguridad en medio de las condiciones climáticas adversas. Este evento, además de transformar la estampa de la ciudad, plantea desafíos logísticos y de movilidad que requieren una atención especial por parte de la población y las autoridades locales.