ALMA GRANDE
Luego de la capital del país, Veracruz es la fuerza electoral más importante en disputa el 2 de junio de 2024, es por ello que la atención se centra en los movimientos previos a las designaciones y encuestas.
Considerado como un laboratorio electoral, donde se pronosticaban triunfos y derrotas en el resto del país, la entidad ahora llama la atención de todos ante una contienda de pronóstico reservado.
Los diferentes métodos de selección de candidatos a la gubernatura de Veracruz, que van desde la encuesta hasta el dedazo, crean una competencia importante porque deben tomarse en cuenta factores muy diferentes a los anteriores comicios. El país ha cambiado aunque algunos no quieran reconocerlo.
El factor López Obrador, que como ola electoral arrasó en 2018, ya no tiene tanta influencia, aunque desde que Rocío Nahle solicitó licencia al Senado de la República para ocupar la titularidad de la Secretaría de Energía, inició su campaña en busca de la gubernatura de Veracruz, debe añadirse que la actual administración estatal ha creado una serie de descontentos, principalmente en la clase media de la mitad del estado.
Ante esto surge la posibilidad de competencia del priista Pepe Yunes, a quien el PRI ha declarado, de manera unilateral, el candidato del Frente Amplio por México, dejando atrás a los posibles candidatos del PAN entre quienes se encuentra Julen Rementería, con los Yunes que siempre intentarán ocupar cargos políticos importantes en el estado.
La decadencia del PRD no impide que tenga un posible candidato que podría dar la sorpresa en las elecciones y competir desde la cárcel, porque tiene propuestas y liderazgo, se trata de Rogelio Franco Castán, quien ha sufrido encarcelamiento injusto por más de dos años y medio, a grado tal de ser considerado un preso político del gobierno de Cuitláhuac García.
Franco Castán sería un candidato que revertiría los pronósticos más optimistas de Morena y sería un tanque de oxígeno para el PRD a nivel nacional.
Movimiento Ciudadano no ha dado muestras de interés por colocar a alguno de sus militantes, aunque la población no ve con malos ojos a José Manuel del Río Virgen, quien también estuvo preso injustamente por una acusación sin evidencias y con muy mala intención. Ha dicho que prefiere seguir con su lucha por la liberación de los presos encerrados por caprichos del poder.
Es la segunda ocasión en la que Pepe Yunes compite, sin duda tiene experiencia y tiene en su campaña una doble tarea, que consiste, primero en reivindicar los más sólidos valores del PRI, ahora olvidados y, al mismo tiempo, capitalizar el descontento que la actual administración ha provocado a lo largo y ancho de Veracruz.
Debe ponerse atención a los nombramientos de cualquier partido que integran el Frente Amplio por México, sobre todo cuando es sólo uno el que designó a Pepe Yunes; sin embargo, el silencio de los panistas parece confirmarlo.
El PAN ha tenido privilegios al escoger candidato a la Presidencia de la República con Xóchitl Gálvez y en la Ciudad de México, Santiago Taboada, aunque son candidatos con poca fuerza, la designación fue de Marko Cortés. Ahora toca al PRI designar a su candidato, y mientras pasan las horas luego de que fuera nombrado Yunes como candidato de la alianza opositora, el silencio confirma el acuerdo en el Frente Amplio.
Aunque la designación la dio el PRI, los líderes y militantes del PAN y del PRD callan, simplemente aceptan lo que Alejandro Moreno afirma. Carecen de cuadros y de fuerza en la entidad. Del PRI tiene al enemigo en casa, porque los únicos que protestaron por la falta de mecanismos de designación para el candidato a la gubernatura veracruzana fueron los priistas.
En Guanajuato, por ejemplo, el PAN, el PRI, y el PRD registraron la coalición “Fuerza y Corazón por Guanajuato” conjuntamente para abanderar a la ex secretaria de Desarrollo Social, la panista Libia García Muñoz Ledo, como candidata a gobernadora. Una candidata débil porque saben que el hartazgo del blanquiazul por la delincuencia, los llevará a la derrota.
Tradicionalmente Veracruz ha sido un estado priista, la fuerza de gobernadores que después se convertirían en símbolo de la política mexicana como Miguel Alemán, Fernando Gutiérrez Barrios, Adolfo Ruiz Cortines, Dante Delgado, entre otros.
El PRI dejó de gobernar Veracruz en 2016, cuando llegó el PAN y no convenció, y no ha regresado al poder. Es decir, si el PRI no regresa al poder en 2024, estaría condenado a ausentarse de la gubernatura 14 años, que sería muy difícil rescatar un espacio en la gubernatura posteriormente.
La fuerza de Rocío Nahle García está en el sur del estado, donde se han fortalecido los empleos y la infraestructura; sin embargo, ha habido malos gobiernos de Morena municipales en el norte del estado arrojando un descontento creciente. La densidad poblacional se concentra en el sur de Veracruz. Nahle no puede confiarse y Pepe Yunes deberá trabajar intensamente para regresar a su partido el brillo que tuvo durante prácticamente toda su vida política.
El único que puede ganarle a la candidata del gobierno es Pepe Yunes por su trayectoria. Es priista desde 1997, ha participado en nueve procesos electorales, siendo presidente municipal de Perote, diputado local, tres veces diputado federal y senador de la República por Veracruz, todos de mayoría relativa. También fue diputado federal suplente en una ocasión.
Los panistas han impuesto a sus militantes como candidatos en la mayoría de cargos de elección popular en gubernaturas y presidencias municipales; sin embargo, el PRI tiene mayoría en el Legislativo, donde hay más priistas que panistas o perredistas.
La legislatura es importante, por muy fuerte que sea la diferencia en las intenciones de voto de la Presidencia de la República, porque de nada le serviría a la jefa del Ejecutivo Federal ser de Morena si tiene a las cámaras de Diputados y Senadores con mayoría de oposición.
El triunfo por la gubernatura de Veracruz no será fácil para ninguna de las fuerzas. Desde luego la oposición deberá mantenerse unida, se sabe que la estrategia propia de Dante Delgado es caminar solo rumbo a las urnas; sin embargo, no se pierde la posibilidad de que haya un candidato de unidad que pudiera darle mayor solidez a la oposición con la incorporación de Movimiento Ciudadano.
Fuera de Del Río Virgen, Movimiento Ciudadano no tiene cuadros fuertes en la entidad, a menos que sea el propio Dante Delgado quien considere que puede competir por la gubernatura.
El resultado de las elecciones en Veracruz definirá el panorama político del país en los próximos años.
PEGA Y CORRE.- Sergio Gutiérrez Luna, uno de los interesados en la gubernatura de Veracruz, asumió al cargo de representante de Morena ante el INE…