O P I N I O N
No cabe la menor duda que otro de los grandes fracasos del gobierno que maneja Andrés Manuel López Obrador (AMLO) es sin lugar a dudas el del importante sector salud.
Que desde el inicio de este periodo de gobierno se vio afectado por los nombramientos que hizo en los cargos de encargados de los Programas Sociales en los estados del país, teniendo que quitar a quién nombró en esta posición en el Estado de Jalisco -su amigo- por la situación de conflicto de intereses que el nombramiento generó, al ser el personaje en cuestión, uno de los principales proveedores de medicamentos al sector público del país.
Situación la citada, que AMLO ya había tomado como pretexto para eliminar a todos los proveedores del sector salud nacionales, porque desde su equivocada perspectiva, eran corruptos. Ya que el combate a la corrupción fue una de sus principales banderas de campaña, en la que por cierto ha fracasado rotundamente.
Pero lamentablemente después de no haber logrado que los servicios de salud del sector oficial fueran como los de Dinamarca, que él prometió, lo que sí logró con sus equivocadas ocurrencias fue el desbaratar el importante sistema de distribución que el país tenía, trabajando conjuntamente el sector salud oficial y las empresas de la iniciativa privada que sin razón alguna eliminó.
Conociéndose a nivel nacional e internacional el desabasto en todo tipo de medicamentos en todas las instituciones oficiales del país, teniendo lamentablemente consecuencias muy graves los destinados a enfermedades terminales como el cáncer, la diabetes, el sida, entre otros. Afectando no solamente a personas de la tercera edad, sino también lamentablemente a la niñez mexicana.
Situación que hasta la fecha no ha sido solucionada lastimosamente por el sector salud oficial, debido no a las dirigencias de este sector, sino a las ocurrencias presidenciales y que por el momento no se sabe para cuándo se solucionará.
Siendo que una de las principales situaciones que afectan la carencia nacional de medicamentos es la improvisación que el gobierno que tiene bajo su responsabilidad la equivocadamente llamada cuarta transformación (4T), a base de ocurrencias, a tratado de solucionar el problema que generó.
Así tenemos qué desde el inicio del presente sexenio, en el año 2018, AMLO tomó la decisión que la compra de medicamentos la hiciera la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y por tanto también su distribución, ya que las empresas particulares dedicadas a esta actividad fueron eliminadas por corruptas. Como esto no funcionó, se contrató a la oficina para Proyectos UNOPS, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que llevara a cabo las millonarias compras, situación que desgraciadamente también fracasó. Pasando posteriormente la responsabilidad al también fracasado Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), que trató de sustituir al eficiente Seguro Popular que daba atención a varios millones de mexicanos. Pero el INSABI tampoco funcionó y debido a esto también ya desapareció con todas las consecuencias que esto trajo para los trabajadores del sector, como para los millones de pacientes. Y ahora a últimas fechas se está pasando esta responsabilidad al oficial Sector Salud, que por sus carencias será difícil que pueda sacar adelante esta responsabilidad, pero que el deseo es que lo logre.
Pero ahora como el que viene es un año de una gran importancia en el aspecto electoral, la ocurrencia es: hacer la “Farmacia más Grande del Mundo”. Ya lo de Dinamarca quedó atrás, será porque nunca se logró o por ser una ocurrencia que ya se le olvidó.
El tener el almacén de medicamentos “Más Grande del Mundo” (Huehuetoca, Edo. De México), obviamente es parte de la solución al desabasto de medicamentos que padece la población mexicana, pero no es la solución al grave problema. Porque a partir de tener almacenadas las medicinas, lo más importante es que las tengan quiénes las necesitan, la población de este país. Por lo que el cuestionamiento es: ¿Quién las va a distribuir? El sector oficial en todos sus intentos ya demostró que no pudo y quiénes lo hacían por tener la experiencia al respecto fueron eliminados por corruptos.
Los representantes de la Cámara de la Industria Farmacéutica de este país, han expresado su preocupación por lo especializado que es la distribución de medicamentos, pues a diferencia de productos como los refrescos, las Sabritas y los productos BIMBO que llegan a todos los rincones de México, los medicamentos presentan el problema de la caducidad y lo más grave: la refrigeración. Solo por citar una suposición, en cuanto tiempo debe llegar de Huehuetoca en el Estado de México un medicamento que requiere refrigeración a Tijuana o Tuxtla Gutiérrez, para que no caduque. Y la otra suposición, los medicamentos que necesitan refrigeración cuanto tiempo pueden estar almacenados antes de su utilización, incluyendo su distribución. La situación de la distribución no es algo que pueda solucionarse con ocurrencias. Usted qué OPINA, estimado lector. Hasta el viernes. [email protected]