Las autoridades de Protección Civil informaron que la ciudad de Grindavik, en Islandia, situada al suroeste del territorio y con una población de alrededor de 4 mil habitantes, fue evacuada en la noche del viernes debido a la amenaza de una posible erupción volcánica.
El viernes, Islandia declaró el estado de emergencia después de que una serie de fuertes terremotos sacudieron el suroeste de la península de Reykjanes, sugiriendo la posibilidad de una erupción volcánica cercana a Sundhnjukagigar, aproximadamente 3 kilómetros al norte de Grindavik.
Inicialmente, los servicios meteorológicos isleños habían pronosticado que la erupción ocurriría probablemente “en varios días, en lugar de en pocas horas”, al observar la acumulación de magma a unos 5 kilómetros bajo la superficie terrestre. Sin embargo, el viernes por la noche, notaron que la actividad sísmica se aproximaba a la superficie y que el magma se elevaba verticalmente hacia la corteza terrestre entre Sundhnjukagigar y Grindavik, indicando la posibilidad de una erupción antes de lo anticipado.
Ante esta situación, las autoridades tomaron la decisión de evacuar Grindavik. Cabe destacar que en marzo de 2021, agosto de 2022 y julio de 2023, se registraron tres erupciones cerca de Fagradalsfjall, en la península de Reykjanes, todas lejos de infraestructuras o áreas pobladas.
Grindavik, ubicada a unos 40 kilómetros al suroeste de la capital Reikiavik, se encuentra en las proximidades del famoso balneario geotérmico Blue Lagoon, un destino turístico que cerró temporalmente por precaución a principios de semana. Además, la ciudad está cerca de la central geotérmica de Svartsengi, la principal fuente de electricidad y agua para los 30 mil habitantes de la península de Reykjanes.
Los servicios meteorológicos de Islandia reportaron 500 terremotos en la región entre las 18:00 horas del viernes y las 6:00 horas del sábado, 14 de ellos con una magnitud superior a 4. Es relevante mencionar que Islandia cuenta con 33 sistemas volcánicos activos, la mayor cantidad en Europa, ya que la isla se superpone a la dorsal mesoatlántica, una grieta en el fondo oceánico que separa las placas tectónicas euroasiática y norteamericana.