El exgobernador de Chihuahua, Javier Corral, ha anunciado su renuncia oficial al Partido Acción Nacional (PAN) después de 41 años de militancia. La decisión de Corral de abandonar el partido conservador ha estado gestándose durante un tiempo y finalmente ha dado a conocer su decisión en medio de una creciente insatisfacción con la dirección actual del PAN encabezada por Marko Cortés.
Corral ha expresado abiertamente su decepción y descontento con la dirección del PAN, argumentando que el partido ha abandonado sus principios fundamentales de combatir la corrupción y promover la participación ciudadana en la toma de decisiones. En una entrevista reciente con EL PAÍS, Corral enfatizó su desacuerdo con la alianza electoral entre el PAN y el Partido Revolucionario Institucional (PRI), que considera un claro desvío de la esencia original del PAN.
El exgobernador también arremetió contra Marko Cortés, acusándolo de encabezar una dirigencia que ha mostrado “mediocridad, cinismo político y pragmatismo rampante”. Corral se ha referido a la alianza del PAN con el PRI como una colaboración que solo beneficiará a figuras políticas cuestionables de ambos partidos y no al bienestar del país.
Corral ha entregado formalmente su carta de renuncia al partido y ha reiterado que no tiene planes de unirse a ninguna otra formación política. Si bien no se declara específicamente de izquierda, ha insinuado que su pensamiento político ha evolucionado hacia esa dirección, abogando por una mayor justicia social y una reforma económica integral para abordar la desigualdad en el país.
El exgobernador también ha recordado los principios fundamentales del PAN y su lucha por erradicar la corrupción en la política. Sin embargo, afirma que el partido ha perdido su esencia y ha cedido a intereses económicos y políticos, lo que ha llevado a una alianza insólita con el PRI. Corral reconoce el papel que el PAN desempeñó en su formación política y su gratitud por las oportunidades que el partido le brindó en su carrera.
A pesar de la tristeza y amargura que ha experimentado debido a la decadencia del PAN, Corral también siente un sentimiento de liberación al alejarse de un partido al que una vez dedicó décadas de su vida. Su renuncia representa un nuevo comienzo en su carrera política, aunque sus próximos pasos aún se mantienen en reserva.