La ganadora del premio Nobel de la Paz, Narges Mohammadi, ha iniciado una huelga de hambre en prisión como forma de protesta contra la negación de atención médica y la imposición obligatoria del velo islámico en Irán.
La activista, encarcelada en la prisión de Evin en Teherán, ha expresado su descontento con la política del sistema penitenciario de no proporcionar atención médica oportuna y adecuada a los prisioneros enfermos. Según sus familiares, Mohammadi requiere atención médica urgente en un centro especializado para tratar problemas pulmonares y cardíacos, sin embargo, las autoridades iraníes se han negado a permitir su traslado durante más de una semana.
La situación se ha visto agravada por la postura de las autoridades que condicionan el traslado de Mohammadi a un hospital a la condición de que use el hiyab, lo que ha sido denunciado por su familia como una imposición injusta.
El premio Nobel también ha sido reconocido por su valiente activismo en la lucha contra la opresión de las mujeres en Irán y la defensa de los derechos humanos y la libertad. Sin embargo, su activismo le ha valido 13 detenciones y múltiples condenas, incluyendo una sentencia actual de 10 años de prisión, acompañada de largos periodos en confinamiento solitario y azotes.
La preocupación por la salud de Mohammadi ha generado una mayor presión internacional sobre el trato a los prisioneros políticos en Irán, en particular sobre la situación de los derechos humanos en el país.