Columnistas

Huachicol y desabasto de medicinas expedientes para el balance

Por Alfredo Bielma Villanueva

Uno de los primeros argumentos del actual gobierno federal fue la solución del problema del huachicol. En 2019 la economía nacional se estremeció por el repentino desabasto de gasolinas y diésel, coincidía con el primer año de gobierno del presiente López Obrador pleno de buenos presagios; durante algunas semanas las gasolineras del país no pudieron satisfacer el suministro del combustible necesario para mantener activa la movilización automotora del país, entonces el gobierno lo atribuyó al cierre de las válvulas de los ductos para evitar el robo del combustible, para solucionarlo planteó la alternativa de cerrar esos ductos y transportar por carretera y ferrocarril el combustóleo, para instrumentarlo el gobierno gastó miles de millones de pesos en la compra de “ene” numero de pipas, ya en funciones se anunció casi el fin del huachicol y de la corrupción en Pemex. Sin embargo, todo fue un escenario imaginado, lejos de cuanto acontece en la realidad nacional, porque el “huachicol” sigue siendo un problema sin resolver, sigue vigente, sigue vivo, y quienes lo implementan son agentes del crimen organizado. Como la verdad siempre sale a flote, en 2019 se supo que en realidad el desabasto de gasolina y diésel era a causa de que el gobierno había decidido implementar la política de restringir las importaciones del hidrocarburo. Cierto o no por ese affaire nos enteramos de la deficiente capacidad de almacenamiento que tiene nuestro país para afrontar una crisis energética, porque en caso de un desabasto de combustóleo venido del exterior solo tenemos haberes para una semana, cuando mucho. Obviamente, por esa circunstancia y otros detalles de no menor importancia estamos muy lejos de la soberanía energética. Peor aún, sin capacidad de almacenaje de combustible para un mes por lo menos seguimos siendo un país muy dependiente. Ignoramos si en cinco años del actual gobierno ya se resolvió ese asunto.

¿y qué sucede en materia del abasto de medicamentos? En esta materia también somos deficitarios porque el actual gobierno en sus inicios decido dar por concluida su relación con los laboratorios que tradicionalmente abastecían de medicamentos al sector salud mexicano y proceder a buscar mecanismos alternos para conseguir medicinas a mejor precio en el extranjero. La idea no carecía de sustento porque es un hecho que los laboratorios al monopolizar abusaban de su condición de únicos proveedores de medicamentos al Sistema de Salud Mexicano. Sin embargo, por la imperdonable improvisación e inexperiencia de los cuadros del gobierno a cuya encomienda estuvo la responsabilidad de garantizar medicamentos al Sector Salud, y no contar con alternativas para sustituir a esos laboratorios se produjo una lamentable distorsión. Aunque en el IMSS y el ISSSTE es posible advertir avances significativos en el abasto de medicinas, cuatro años después el desabasto persiste en los hospitales de atención a población sin acceso a la Seguridad Social. Seguridad Pública y Salud son dos expedientes de obligada atención en el Estado Moderno, lo completa para una trilogía de irrebatible importancia  la atención en materia de Educación, otro expediente en trámite.