Durante una reciente supervisión de los Programas para el Bienestar en La Paz, Estado de México, el presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó la ausencia de conexiones entre su movimiento y la delincuencia organizada, así como con la corrupción de cuello blanco. Mientras se acerca el proceso de selección de candidatos y la preocupación por la posible infiltración del crimen organizado, el presidente exhortó a los partidos a ejercer un control riguroso en la postulación de aspirantes, recordando sus esfuerzos anteriores para verificar antecedentes a través de la Fiscalía.
En sus declaraciones, enfatizó que su movimiento se basa en el hartazgo de la corrupción y la dominación de la oligarquía, citando a Tolstoi al afirmar que un Estado que no busca la justicia es simplemente una banda de delincuentes. Recordó la influencia del poderoso secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, Genaro García Luna, y señaló la diferencia en la situación actual, reiterando que su gobierno no tiene vínculos con el crimen organizado.
Además, abordó la resistencia a las críticas de los medios de comunicación y enfatizó la importancia de hablar con la verdad y respetar la libertad de expresión, incluso cuando el presidente es objeto de insultos. Destacó la revolución de conciencias que ha tenido lugar entre el pueblo y subrayó la necesidad de preservar principios en quienes buscan ocupar cargos de responsabilidad. Asimismo, señaló la importancia de no subestimar la conciencia del pueblo, advirtiendo que el engaño podría tener repercusiones limitadas en el tiempo.