En un recordatorio ominoso de la devastación causada por el huracán Mitch hace 25 años, Centroamérica se prepara para el impacto de la tormenta tropical Pilar, que ha dejado ya dos víctimas mortales y una persona desaparecida en El Salvador. La tormenta, que se espera que toque tierra el 31 de octubre, plantea una amenaza inminente para las zonas costeras de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, según informes del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC).
En El Salvador, las autoridades informaron que las primeras víctimas de Pilar fueron arrastradas por fuertes corrientes al intentar cruzar ríos, mientras que en la playa San Diego, se reportó la desaparición de un joven de 18 años. Con suelos ya saturados y una condición de mar agitado, la Comisión Nacional de Emergencias de Costa Rica ha elevado su estado de alerta a naranja, advirtiendo sobre la posibilidad de inundaciones y deslizamientos de tierra.
En respuesta a la inminente crisis, el Congreso de El Salvador ha aprobado el “estado de emergencia”, reconociendo la vulnerabilidad del país a desastres naturales. En Guatemala, las autoridades también están vigilantes ante posibles crecidas de ríos e inundaciones, emitiendo recomendaciones de evacuación preventiva. En Honduras, la presidenta Xiomara Castro ha pedido preparativos y monitoreo continuo, con la Comisión Permanente de Contingencias declarando “alerta verde” y “amarilla” en varios departamentos.
Mientras tanto, en Nicaragua, se insta a los pescadores a tomar precauciones, con la vicepresidenta Rosario Murillo instando a la población de Chinandega a prepararse para el impacto de la tormenta. La Fuerza Naval nicaragüense ha aconsejado a las embarcaciones que se encuentran en el mar a buscar refugio seguro para evitar daños.
Con una extensión de 523,000 km2 y una población de 50 millones de habitantes, la región de Centroamérica se encuentra en una posición de extrema vulnerabilidad frente a los fenómenos meteorológicos, lo que subraya la urgencia de preparativos y medidas preventivas efectivas.