La ONU advierte que los hospitales en Gaza corren el riesgo de convertirse en “tumbas masivas” debido a la escasez de combustible, lo que ha provocado el cierre de un tercio de los hospitales y la amenaza de cierre inminente de más centros de atención médica. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a un alto el fuego humanitario urgente y la entrega segura de suministros y combustible para los generadores en la franja de 42 kilómetros, que ha estado sujeta a un asedio y ataques aéreos constantes por parte de Israel.
La OMS reveló que la reserva de combustible es tan limitada que seis hospitales ya han cesado sus operaciones, y muchos otros podrían seguir su ejemplo en cuestión de horas si no se les suministra combustible. Esta situación pone en peligro la vida de miles de pacientes en condiciones vulnerables, incluidos 130 bebés prematuros y alrededor de mil pacientes que dependen de la diálisis y el soporte vital.
Rick Brennan, jefe de emergencias regionales de la OMS, hizo un llamado desesperado por una operación humanitaria sostenida y protegida para abordar la crisis. Los recientes ataques israelíes han resultado en la muerte de 700 palestinos en un lapso de 24 horas, elevando la cifra total de fallecidos a más de 5.700, incluidos aproximadamente 2.300 menores, según el ministerio de salud de Gaza, bajo el control de Hamás.
Israel afirmó haber llevado a cabo 400 ataques aéreos en el último día, dirigidos a comandantes de Hamás y militantes que supuestamente estaban preparando lanzamientos de cohetes hacia su territorio. La preocupación aumenta debido al temor de que más personas pierdan la vida a medida que los centros médicos se ven obligados a cerrar, incluido el único hospital de oncología que actualmente opera parcialmente debido a la falta de combustible, lo que pone en riesgo a 2.000 pacientes con cáncer.