Místicos y Terrenales
- Su renuncia tiene fecha del 16 de octubre y AMLO la renunció por segunda ocasión el 13 de octubre
- Desde el 22 de septiembre, Nahle se resistió a renunciar
Norma Rocío Nahle García, como tal es su nombre, no quería dejar la Secretaría de Energía a pesar de que quiere ser la coordinadora de los comités de la Transformación para el estado de Veracruz, como le llaman eufemísticamente a los posibles candidatos de Morena a los gobiernos estatales.
Quería seguir siendo la secretaria de Energia y la coordinadora de los comités.
O, como dicen algunos veracruzanos m. y c. al mismo tiempo.
O como dice un dicho, silbar y comer pinole.
O ese otro de que quiere repicar la procesión y estar en misa.
Por eso es que hizo todo para seguir en el cargo aún cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador le recomendó desde hace mucho que debía dejar el cargo para buscar la candidatura al gobierno de Veracruz.
De hecho, parece que todavía tiene esperanzas de volver a la Sener, porque en sus redes sociales todavía tiene como su dirección de enlace la página de Sener en la que se dice que sigue siendo la titular de la dependencia (en https://t.co/yRWwknVlcN hasta que la eliminen o cambien).
En su mañanera del 22 de septiembre, López Obrador anunció que:
“El que aspira a ser candidato no puede tener un cargo en el gobierno, no es un asunto legal, es un asunto moral, hay que ser y parecer… por cuestiones de ética, de transparencia, que no se vaya hablar que están usando su cargo, es mejor que se dediquen a la actividad de la transformación en el movimiento”.
Pero ese llamado a Rocío Nahle le entró por un oído y le salió por el otro.
O como dicen muchos veracruzanos, le valió m… muy poco el llamado.
Otros dirían que se hizo p… poquito de lado para que la indirecta directa no le llegase.
Esos veracruzanos, hay algunos que son muy mal hablados.
Y así se mantuvo, casi un mes, hilando llamado tras llamado a que renunciase, hasta que López Obrador no aguantó más y la renunció, en público el 13 de octubre.
Pero la zacatecana se resistió más y la carta de renuncia la elaboró con fecha 16 de octubre, tres días después de la exhibida y despido público que le hicieron, aunque el documento no se había entregado aún el 20 de octubre.
Esto se demuestra por una respuesta otorgada por la Secretaría de Energía (Sener) a una solicitud de acceso a la información, emitida precisamente en esa fecha, una semana después del despido público.
La destitución se dio en una reunión hecha en Coatzacoalcos, donde estaban integrantes del gabinete legal y ampliado de López Obrador, representantes de empresas constructoras y el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez.
Y para que no hubiera duda de que esa era la despedida definitiva de Rocío Nahle, Andrés Manuel colocó ese día un vídeo en sus redes sociales en el que anunciaba que “me presentó su renuncia Rocío Nahle” (https://x.com/lopezobrador_/status/1712986844915499178?s=20)
Para ratificar que así era el asunto, hasta un boletín especial le hicieron: “Presidente acepta renuncia de Rocío Nahle García como secretaria de Energía” (colocado en https://lopezobrador.org.mx/2023/10/13/presidente-acepta-renuncia-de-rocio-nahle-garcia-como-secretaria-de-energia/).
¿Cuántas patadas más en el trasero tendrían que darle a Rocío Nahle para que entendiera que ya no era bien vista en el gabinete presidencial?.
La resistencia de Rocío Nahle a salir de la Senar era por no dejar los jugosos negocios que tiene en marcha en el sector, sobre todo en la refinería Olmeca, donde se evidenció ya que más del 90% de los contratos se entregaron sin licitación y que en la mayoría de los mismos hay sobrecostos, incluso de hasta casi 3 veces el monto autorizado originalmente.
EL LARGO CAMINO PARA UNA RENUNCIA ANUNCIADA
¿Alguna vez López Obrador le habrá soportado tanto a uno de sus funcionarios para que dejase el cargo?.
Porque el camino para que Rocío Nahle dejase la posición fue largo, muy largo.
La evidencia documental de que fue obligada a la separación, se da de una solicitud de acceso a la información presentada ante la Secretaría de Energía solicitando “Copia de la renuncia presentada por la C. Norma Rocío Nahle García a la titularidad de la Secretaría de Energía al Presidente Andrés Manuel López Obrador, con el sello de recibido correspondiente.”
La petición fue atendida por la Sener y con fecha 20 de octubre se emitió el oficio de respuesta, entregando copia de una hoja firmada por Rocío Nahle, con fecha del 16 de octubre, 3 días después del despido público.
Esto es, el 13 de octubre, cuando el presidente anunció que Nahle le había presentado su renuncia a la Sener, el documento correspondiente ni siquiera había sido elaborado.
De hecho, en el video que López Obrador colocó anunciando la destitución, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García, no puede ocultar el estupor que la situación le provocaba. Al igual que Nahle no esperaba que la zacatecana tuviese que dejar la posición.
Pero aún así, es probable que la misma Rocío Nahle haya seguido resistiéndose a entregar la renuncia exigida por López Obrador, porque el escrito, hecho en una hoja con su nombre, no en papel oficial de la Sener, no tiene el sello de recibido por la Presidencia de la República.
O sea, que no había sido entregado en la Presidencia de la República.
Si el escrito se elaboró con fecha 16 de octubre y la respuesta a la solicitud de acceso a la información se emitió el 20 de octubre, tuvieron cuatro días para entregarlo y recabar el sello de recibido.
Pero no está esa validación del escrito que le daría carácter de documento oficial.
Ese largo camino, empezó, oficialmente podría decirse, el 22 de septiembre, cuando López Obrador dijo que los aspirantes a una posición para los gobiernos estatales en juego en el 2024, debían renunciar.
Nahle García no lo hizo en ese momento y el 27 de septiembre fue a una reunión en Palacio Nacional, a abogar por su caso. Al salir del encuentro le preguntaron sobre su dimisión y sólo respondió “pronto, pronto”, en evasión a lo que ya se le había solicitado.
El 29 de septiembre le preguntaron al presidente en la Mañanera sobre la renuncia de los funcionarios de su gabinete que buscarían posiciones y respondió en un tono que podría tener algo de desilusión:
“Rocío, que todavía no me ha entregado” su abdicación.
Y ahí iba Rocío Nahle navegando con bandera de … (¿cómo dirían los veracruzanos malhablados en un caso así?) que no quería dejar la Sener.
Y para fortalecer su intento de quedarse y tener las dos posiciones, hasta Cuitláhuac García la justificó diciendo que no tenía que renunciar al cargo, y al igual que ella tampoco debían hacerlo los secretarios de Gobierno, Eric Cisneros, y de Educación, Zenyazen Escobar.
El 4 de octubre, López Obrador ya estaba molesto de que solo lo agarraran de pen… bajada y le hace una advertencia pública a Rocío Nahle, para que renuncie, ya.
Ese día, en la mañanera, anuncia que “pronto” dirá quien es su relevo.
Pero la zacatecana no hace caso, otra vez.
El llamado de atención que recibió el 9 de octubre para que desalojase ya la oficina de la Sener, también le valió … muy poco.
El 10 de octubre, en la mañanera, ante una pregunta de como era su día, López Obrador mencionó que el día anterior había recibido a las 7:30 de la noche, a Rocío.
Ese día, la renuncia de Nahle García, debía de haber estado ya en Palacio Nacional.
Y en lugar de renunciar, la zacatecana deja correr la versión de que sólo pedirá licencia al cargo, nada más por 25 días, para enfrentar el proceso.
De hecho, el 12 de octubre, un día antes de que a Rocío Nahle el presidente la destituyera en público del cargo, aparecieron varias notas en las que se mencionaba esto, precisamente, que sólo iba a pedir permiso.
Previo a la solicitud en la cual se entrega copia del escrito de Norma Rocío Nahle, a raíz del anuncio hecha por el presidente en su mañanera del 4 de octubre, se hizo un primer pedido de acceso a la información en términos similares, teniendo como respuesta el 12 de octubre, la inexistencia del documento de renuncia.
Es decir, el día previo a su destitución, Rocío Nahle no había elaborado el escrito correspondiente.
Esto confirma que el 13 de octubre López Obrador, ya cansado, molesto de que no se atendieran sus indicaciones, decide destituirla en público.
Por eso es que Rocío Nahle en el video sonríe de manera forzada, mientras Cuitláhuac García está con cara de ¿qué ocurre aquí?.
En el escrito de Rocío Nahle se lee que “hoy pongo a su consideración mi renuncia”. Esto es, la dimisión no la presentó el 13 de octubre, si no que fue ofializada quien sabe cuándo, porque todavía el 20 de octubre, el escrito no tenía sello de recibido.
Eso es parte de la gran evidencia de que se resistía a dejar el cargo y que tuvo que ser despedida del puesto para que se diera su salida.
El presidente ya no quería a la zacatecana en su gabinete y aprovechó el momento para sacudírsela.
Eso es lo que hace pensar a muchos de sus seguidores que aún con toda la cargada gubernamental, ella no será la designada para ser la coordinadora de los comités de la Transformación en Veracruz y por lo tanto tampoco será la candidata al gobierno del estado por parte de Morena en el 2024.
Las evidencias ahí están, la que se siente la gran mística fue destituida, despedida, corrida, del puesto de secretaria de Energía.
¿Seguirá en el circulo de los favoritos de AMLO o ya estará más lejos del presidente?.