Presencia.
- Reafirmar valor de la vida, dignidad y fraternidad humana
- Buenas prácticas en seguridad, justicia y desarrollo social
- Involucrar a universidades en proyectos de desarrollo y paz
- Confianza y colaboración entre las personas e instituciones
- Sumados con el Gobierno, “tenemos confianza de lograrlo”
- “Educación, base de desarrollo social y democracia: Pulido
- “Ley Monse, congelada; 66 Legislatura, “más improductiva”
“No es posible vivir sin libros”…
-Thomas Jefferson
La Iglesia mexicana pidió este domingo a las autoridades del país, encabezadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, considerar su propuesta sobre una Agenda Nacional de Paz, que a través de siete acciones busca reducir la violencia que se vive actualmente.
“Es una gran propuesta para transformar la conciencia social, alejándola de la cultura de violencia, y abrazar una cultura del cuidado que reafirme el valor de la vida, la dignidad humana, la fraternidad y la casa común”, señaló el episcopado mexicano en su editorial dominical Desde la Fe.
Esta Agenda, que surgió en el Diálogo Nacional por la Paz celebrado en Puebla en el mes de septiembre, propone siete acciones “elementales” para alcanzar la paz.
Entre ellas, replicar buenas prácticas en materia de seguridad, justicia y desarrollo social; influir en políticas públicas fundamentales; impulsar la propia Agenda Nacional de Paz en el ámbito político e involucrar a las universidades en los programas de desarrollo social y paz.
Además de atender factores de riesgos para los jóvenes; promover la participación ciudadana en nuevas formas de gobierno, y exigir la coordinación efectiva de las fuerzas de seguridad para vivir en paz.
Señaló que esta agenda “es un invaluable” instrumento que debe incidir en todos los ámbitos de la vida social “ya que explica con claridad cómo hemos llegado hasta este punto de violencia, cómo construir la paz y por dónde comenzar”.
Con ello buscan crear “un profundo cambio de conciencia” a partir de nuevos horizontes basados en la solidaridad comunitaria y el restablecimiento de lazos de confianza y colaboración, “tanto de las personas entre sí, como de ellas con sus instituciones”.
Además, la agenda ofrece una serie de recomendaciones y principios indispensables para trabajar en la construcción de la paz en México “para superar la desesperanza y la división social, así como para restaurar las capacidades de personas e instituciones dedicadas a cuidar, proteger e impartir justicia”.
Asimismo, la Iglesia mexicana propone la conformación de la Red Nacional de Paz, a través de la cual se busca articular las iniciativas de paz que ya se realizan o se quieren realizar.
“Esta red, construida en tres niveles -nacional, estatal y local- involucra a familias, escuelas y comunidades, pero también a las autoridades de gobierno, políticos, académicos, estudiantes, sociedad civil, colectivos y todas aquellas organizaciones sociales que quieran ser artesanos de paz”, enfatizó.
La Iglesia dijo que espera la respuesta de las autoridades del Gobierno para sumarse a este documento. “Tenemos confianza en que lo lograremos”, concluyó.
La Conferencia del Episcopado Mexicano la integran, además de 6 Cardenales, 19 Arzobispos, 66 Obispos Residenciales, 3 Obispos Prelados, 3 Administradores Diocesanos, 27 Obispos Auxiliares, 1 Obispo de la Eparquía Maronita, 1 Administrador de la Eparquía Greco-Melquita, 1 Exarca Armenio , 1 Nuncio Apostólico, 46 Arzobispos y Obispos Eméritos, de la que es secretario general, monseñor Ramón Castro Castro y secretario ejecutivo, Eduardo Agustín Aguilar Navarro.
Comentarios a vuela pluma
Para la diputada Verónica Pulido Herrera, “la educación es base para el desarrollo y consolidación de la democracia”, amén de que constituye “el mejor vehículo para beneficiar a las grandes mayorías y llevar el progreso social hacia los sectores más vulnerables”. La presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la LXVI Legislatura del Estado, comentó al Grupo de los 10 que, como secretaria de la Comisión Legislativa de Desarrollo Artesanal, junto con la secretaria de Desarrollo Económico y Portuario del Estado han venido realizando distintas actividades para fortalecer el despegue de esta actividad empresarial a través de la exposición de productos veracruzanos, dentro y fuera de México, donde han sido bien aceptadas con el beneficio para quienes las producen, así como fomentada esta actividad regional en el estado. La diputada panista, se refirió a la actitud asumida por la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología, que recién sólo le cambió el nombre, y deploró que “quienes están al frente de ella no entienden de esta actividad pues en ningún momento han ejecutado programas de calidad, innovación y desarrollo científico con instituciones de educación superior y otras entidades, negando con ello su aprecio por la ciencia y la tecnología”. Refirió que, “en temas de seguridad, el más sensible para los veracruzanos, las autoridades están reprobadas. Al gobierno no le interesa la seguridad, menos las de las mujeres, pues no tiene ninuguna estrategia sobre el tema, además de que no hay titular del Instituto de la Mujer”. Verónica se mostró orgullosa de haber sido coautora, junto con sus compañeras diputadas de todos los partidos representados en el Congreso, entre ellas una de Morena, de la “Ley Monse”, presentada por la diputada Anilú Ingram Vallines, que muestra su preocupación por las mujeres veracruzanas. Por cierto, han pasado 16 meses desde que se presentó en el Congreso de Veracruz la iniciativa de reforma al Código Penal del Estado, denominada “Ley Monse”, con la que se busca castigar a quien o quienes encubran a feminicidas y los ayuden a huir. A la fecha sigue en la congeladora. Esta iniciativa fue propuesta por Ingram Vallines, ante la necesidad de otorgar justicia y reparación del daño, no sólo a víctimas y familiares de feminicidios, sino también a las víctimas de todos los delitos. La “Ley Monse” fue denominada de tal forma, ya que tuvo origen con el feminicidio de Montserrat, registrado en el puerto de Veracruz en abril del 2021. La panista, por cierto, sobre el trabajo de la LXVI Legislatura, la calificó como “la más improductiva”.