Columnistas

¿Donde quedará la bolita?

Por Alfredo Bielma Villanueva

Genuinas o de faramalla, confiar en las presuntas encuestas implementadas en Morena para elegir a sus candidatos a cargos de elección popular solo corresponde a sus militantes, en el escenario veracruzano, una vez descartados los nombres incorporados solo para cubrir el expediente de aparentar una contienda “democrática”, participarán en la consulta final: Rocío Nahle, Eric Cisneros, Manuel Huerta, Sergio Gutiérrez y Zenyazen Escobar, de esa rutina tras la cual se despejará la incógnita sobre quién abanderará a Morena en las lecciones de 2024 podemos extraer algunas reflexiones: 1) sobre cuál es el genuino asidero y promotor político de Eric Cisneros, pues durante mucho tiempo la especulación señalaba hacia un madrinazgo de Rocío Nahle, nunca desmentido, pero al final se observó que de resultar cierta la versión ella pudo haber retirado su respaldo y en consecuencia provocar su salida del equipo de Cuitláhuac García, pero no aconteció así y ahora la señora Nahle tiene en el señor Cisneros un adversario, ¿impulsado por quién? No por el gobernador por cierto, ¿será Andi la fuente de poder? 2) en esa escaramuza, Manuel Huerta y Sergio Gutiérrez se encuentran en la paradójica circunstancia de figurar como la oposición en el proceso, porque batallan a contracorriente del equipo de gobierno estatal apoyados, Huerta, en la condición de haber implementado los programas sociales en la entidad, y Sergio Gutiérrez luce como el menos ensamblado porque su palanca de apoyo, Adán Augusto López, poco puede hacer para impulsarlo. 3) Zenyazen es figura de relleno, lo que consiga por esta participación será ganancia sin comprar boleto.

Mientras, por el lado del Frente Amplio por México, al parecer la situación está a punto de definirse, mucho tiene que ver la negociación entre el PRI y el PAN, sobre todo en este último partido en el cual deben ponerse de acuerdo los cabecillas de sus factores de poder, incluyendo al senador Julen Rementería cuya participación en el juego es de peso muy específico; en ese esquema nadie ignora la fuerte presencia del exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, en grado tal que pudiera inclinar la balanza hacia uno de los dos actores priistas más renombrados: Pepe Yunes Zorrilla o Héctor Yunes Landa, pues en el diagrama no se avizora ningún otro personaje con capacidad competitiva. Ya estamos en el umbral de las definiciones, el panorama aquí descrito es, intenta ser, versión desinteresada enfocada desde una esquina neutral sobre cómo se advierte el escenario sucesorio en los pugnaces bandos de nuestro palenque electoral. Una vez tomada la decisión en ambas partes quedará a cargo de la participación ciudadana el resultado electoral, cual moderno Sísifo que empuja la roca hacia la cima solo para llegando a la cúspide verla rodar hacia la base de nuevo, lo cual sucederá en tanto no maduremos como ciudadanos capaces de saber elegir el camino más conveniente.