Esta mañana, el presidente Andrés Manuel López Obrador lideró la celebración de los 200 años del Heroico Colegio Militar en la Fortaleza de San Carlos, localizada en Perote, Veracruz.
La historia de la Fortaleza de San Carlos se remonta al siglo XVIII, cuando se construyó como una defensa ante la posible invasión británica, tras la ocupación de La Habana en 1762. Su construcción comenzó en 1770 durante el gobierno del Virrey Carlos Francisco Marqués de Croix y se completó en 1776 bajo el mando del Virrey Antonio María de Bucareli. La fortaleza albergaba 54 cañones de varios tamaños y tenía un papel crucial como puesto de vigilancia en el Camino Real de Veracruz a la Ciudad de México.
Durante la Guerra de Independencia, las fuerzas realistas usaron la Fortaleza de San Carlos para almacenar suministros en su lucha contra los insurgentes.
Tras la independencia de México, la Fortaleza se convirtió en un punto de referencia en el Camino Nacional que conectaba el puerto de Veracruz con la Ciudad de México.
En 1823, se estableció el Heroico Colegio Militar en la Fortaleza de San Carlos antes de ser trasladado a la capital del país.
La Fortaleza adquirió notoriedad en 1843 cuando el primer presidente de México, Guadalupe Victoria, acudió al lugar para recibir atención médica por su epilepsia. Lamentablemente, falleció en la enfermería de la fortaleza el 21 de marzo de ese año.
Durante la invasión estadounidense de 1847, la Fortaleza de Perote se convirtió en un punto de defensa después de la caída de Xalapa el 19 de abril de ese año. Sin embargo, finalmente fue tomada por las fuerzas invasoras el 22 de abril.
Durante la intervención francesa en 1863, las fuerzas mexicanas intentaron volar la Fortaleza con explosivos para evitar que cayera en manos del enemigo en caso de derrota, pero la fortaleza resistió.
Con la Revolución Mexicana, la Fortaleza se utilizó como prisión bajo la jurisdicción del estado de Veracruz. En la Segunda Guerra Mundial, sirvió de refugio para inmigrantes españoles que llegaron al puerto de Veracruz. Además, durante este conflicto, la Fortaleza de Perote funcionó como centro de detención para extranjeros de países del Eje y prisioneros alemanes e italianos. En 1949, se reabrió como prisión y continuó en funcionamiento hasta 2007, cuando se ordenó su conversión en un museo público.