“Es una mujer con convicciones, trabajadora. Se logró la hazaña de construir una refinería en menos de cinco años, que no es cualquier cosa. Los que saben sí entienden de lo que se trata construir una refinería para procesar 340 mil barriles de petróleo diarios y ya está produciendo y ella se encargó, fue la responsable, tiene todo nuestro apoyo”, son las palabras de AMLO para avalar el desempeño de Rocío Nahle en la encomienda de Dos Bocas. Pero, ¿cuánto del dicho presidencial se corresponde con la realidad? Porque, pese a esa rotunda afirmación Dos Bocas aún no está produciendo gasolina y se pone en duda que para diciembre produzca los 90 mil barriles diarios ofrecidos en septiembre pasado. De igual manera, falló la presunción de construir esa refinería en tres años como se especificó a las compañías especializadas en los momentos de la licitación cuando rechazaron participar porque, dijeron, era imposible construir una refinería de las dimensiones de Dos Bocas en solo tres amos al costo de 8 mil millones de dólares. Al declinar su participación adelantaron un costo aproximado de 12 mil millones de dólares, cifra al parecer ya rebasada. Pero la ingeniera Nahle insistía en que era posible lo de los tres años, y puso de ejemplo una refinería similar en la India construida en ese plazo. Obviamente no se cumplieron las expectativas fijadas desde el gobierno ni en tiempo ni en costo, prueba irrefutable es que en el proyecto de presupuesto 2024 se destinan otros miles de millones de dólares a Dos Bocas.
Dejemos a quienes de eso saben el dictamen de lo que verdaderamente ocurrió en cuando a costo y tiempo en Dos Bocas, y mejor abordemos lo que políticamente interesa a la ciudadanía veracruzana respecto a la pretensión de Rocío Nahle de convertirse en candidata de Morena al gobierno veracruzano. Porque en nuestra tradición y cultura política cuando un presidente se expresa en términos elogiosos hacia una persona o es para darle la extremaunción o, por el contrario, trazarle la rura hacia el éxito, esto pudiera aplicarse a Rocío Nahle, por lo cual debe entenderse que ella tiene muy elevados porcentajes de ser la abanderada de Morena, luego entonces, los pasos para cumplir con el procedimiento reglamentario del partido son de mera formula y quienes participen en la competencia estarán en ese entendido, salvo que los afecte el síndrome que obnubiló el pensamiento de Marcelo Ebrard y esperen un giro de la decisión presidencial. Es decir, si el formato se asemeja al implementado para elegir candidata a Sheinbaum los reintegros serán escaños senatoriales y curules en San Lázaro, o bien, en caso de ganar la elección, cargos en el gobierno. Diseñada ya la candidatura para Rocío Nahle, es en este capítulo de la operación partidista donde se prevé el duro estira y afloja, pues Manuel Huerta, apuntalado pos sus respaldos en la federación, Zenyazen con todo el respaldo del gobierno estatal, y Eric Cisneros buscarán el amparo del fuero; capítulo aparte es el de Sergio Gutiérrez, mal querido en la esfera del gobierno estatal, queda sujeto a lo que pueda hacer a su favor Adán Augusto López, inexplicablemente lejos de los reflectores. Poco a poco, se completa la baraja.
